Especulaciones en el corazón del peronismo

Daniel Leñini / La Capital

Unas 400 personas se concentraron anoche en la departamental Rosario del Partido Justicialista, para festejar las obras de remodelación de la casona de dos plantas en calle Sarmiento 1735.

Una minoría, conformada por dirigentes provinciales y legisladores nacionales, habló durante la larga espera de los cambios en el gabinete de Jorge Obeid antes de que este arribase.

Una hora y media debió transcurrir hasta la llegada y sirvió para opinar sobre los reemplazos que se barajan, en los cabildeos que juntaron a la senadora nacional Roxana Latorre, los diputados Angel Baltuzzi, Julio Gutiérrez, Oscar Lamberto y otros.

Pero paralelamente hubo otras rondas. Y en casi todas se coincidió que los cambios en estudio significan un signo inocultable de un "traspié" del gobernador a tres meses de iniciar su segundo gobierno.

Las comparaciones con la primera gestión que le tocó en 1995 surgieron rápidamente. "Aquella vez tuvo 15 días para elegir los ministros, que resultaron un equipazo: Omar Perotti, Roberto Rosúa, Hugo Garnero, Juan José Morín. Esta vez contó con más tiempo y el nivel no fue el mismo".

Una de las conclusiones fue que en política el know how o experiencia de gestión no es cuestión a desestimar. Y aunque destacaron la actitud valiosa de Obeid en seleccionar a jóvenes y otorgarles nada menos que el rango de ministros concluyeron que cierto desconocimiento o ligereza de estos en los cánones de la política y la administración pública los opacaron después del primer mes. El ministro de Gobierno, Alberto Gianneschi, que no es joven, cometió una gaffe antes de asumir por "exceso de sinceridad", recordaron.

Luego entró Obeid, acompañado por el presidente del Concejo municipal, Agustín Rossi, y el entonces candidato y hoy ministro Alberto Hammerly. No recibió más que felicitaciones y vítores, en un acto donde convivieron distintas corrientes y varios militantes que se proclamaron kirchneristas a viva voz. Tan así resultó que en el palco fue ubicado el empresario gastronómico amigo del presidente de los argentinos, encargado de la provisión de pizza a la concurrencia que subió a la planta alta y supo apreciar las mejoras.