| domingo, 07 de marzo de 2004 | El Newell's de Gallego va por su segunda oportunidad a Quilmes Visita desde las 16.30 a los cerveceros en busca del primer triundo bajo la conducción del nuevo técnico Se anuncia como un partido cerrado, casi sin resquicios. Uno pensó en el otro y al revés. Cuando eso sucede es porque existe un gran respeto por el rival. Ello sugiere una serie de precauciones que pueden bloquear el desarrollo al punto de transformarlo en una partida de ajedrez. El paliativo está en las individualidades. En sus virtudes y en sus errores. La llave puede encontrarse por ese lado. Esta tarde juegan en el sur del Gran Buenos Aires Quilmes y Newell's con pronóstico incierto. Ninguno de los dos ganó en lo que va del campeonato y las urgencias también van a jugar su parte. No existen problemas de promedio, sólo necesidades que deberían abrir el juego para que el objetivo supere a las precauciones.
Leandro Benítez puede tener en sus pies la chance de Quilmes, Patiño la de Newell's. Ariel López y Carrario, con su capacidad goleadora también le pueden dar una mano al desarrollo. Lo mismo corre para el oportunismo del colombiano Julián Vásquez, que parece que no está, pero aparece en el momento en el que menos se espera de él. Como el domingo ante River, cuando metió un cabezazo desde una posición incómoda y le dio al juego la emotividad que parecía definitivamente cancelada.
La gran incógnita está centrada en la presencia o no de Mauro Rosales. Es que el delantero rojinegro quizás sea el futbolista más desequilibrante que pueda ofrecer el partido. Recién hoy se sabrá si juega. No es un dato menor. Más allá de que Gallego lo simplifique diciendo que si no está en condiciones lo reemplaza por Silvani, se sabe que no tienen las mismas características, ni condiciones. Es un hombre muy importante para Newell's. Y también para Quilmes, que armó parte de su estructura pensando en el cordobés.
La campaña de ambos es calcada hasta aquí. Con una diferencia sustancial: Newell's cambió de técnico. Eso genera un montón de expectativas, retempla el ánimo e inmediatamente dispara la necesidad de supervivencia. Esto es, poner los pies y la cabeza al servicio del nuevo esquema para no darle al nuevo DT la chance de pensar que pueden existir opciones diferentes y mejores. Depende del temperamento del futbolista. Puede ser bueno o malo. Puede generar la salida a flote de todas las virtudes, o hacer nacer su inseguridad.
En ese rubro, Quilmes cuenta con la mínima ventaja de saber de memoria qué es lo que pretende Alfaro.
Están todas las cartas echadas. Gallego optó por el pibe Lucero y Coty Fernández para compensar el sector izquierdo. Alfaro recurrió a Carrario y a Saavedra y recuperó a Benítez.
Van por el primer triunfo del torneo. Los dos están apurados. Sería bueno que vayan despacio. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Gastón Aguirre se erigió en un referente indiscutido del fondo en el conjunto rojinegro. | | |