A la escuela. Más de 880 mil alumnos santafesinos empiezan las clases

La igualdad de oportunidades es la materia pendiente de la educación

La provincia destina 1.118 pesos anuales por alumno y ocupa el puesto 14º en el ranking nacional de inversión

Laura Vilche y Diego Veiga / La Capital

Cuando mañana comience el ciclo lectivo 2004, el sistema educativo provincial volverá a mostrar sus múltiples caras. Que sólo en Rosario haya escuelas públicas de primera -con computadoras y enseñanza de idiomas- y de segunda -con baños en mal estado, sin vidrios ni agua potable- es una muestra de que el derecho constitucional a recibir una educación de calidad para todos está lejos de ser realidad. Y eso no es todo. Mientras por un lado una buena porción de los alumnos santafesinos ganan olimpíadas matemáticas, físicas, ortográficas y geográficas, por el otro, crece la tasa de repitencia: una de las últimas mediciones indica que de una muestra de 650 mil alumnos santafesinos, casi 55 mil no pasaron de año. También es muy contradictorio el escenario en materia de calidad. Es que la performance de los alumnos de la provincia en los Operativos de Evaluación de la Calidad Educativa fue siempre una de las mejores del país, pero los aspirantes a ingresar a las facultades siguen sacando bochazos masivos, quedando así el sistema en el ojo de la tormenta.

Al momento de analizar el fenómeno, vale la opinión del sacerdote Claudio Castricone, párroco del barrio Puente Gallego -uno de los más humildes de Rosario- cuando sostiene que "el abandono escolar está íntimamente ligado con la realidad económica que viven las familias".

Precisamente en ese barrio, la cantidad de adolescentes que dejan a diario el colegio no deja de sorprender al religioso. "Lo que pasa es que una vez que terminan la EGB y quieren seguir el polimodal, el lugar no tiene ninguna escuela de ese tipo", explica.

En efecto, los dos colegios más cercanos que sí cuentan con polimodal en la zona son establecimientos privados a los que les es muy difícil acceder. Para que los alumnos de este barrio lleguen al polimodal público les será necesario tomar un colectivo, situación muy complicada a la hora de tener que enfrentar el pago de dos boletos diarios. Conclusión: muchos chicos abandonan la escuela y se quedan lisa y llanamente fuera del sistema educativo con apenas 15 años.


Sobre cantidades y calidades
Santa Fe es una de las provincias numéricamente más importantes del país en materia educacional: posee 7.139 escuelas, más de 880 mil alumnos y cerca de 60 mil docentes (41 mil oficiales y 19 mil privados).

El 75 por ciento de los maestros percibe menos de 500 pesos mensuales (sin contemplar el reciente aumento escalonado de 100 pesos), cuando la canasta básica familiar es de 700.

Un estudio comparado de las 24 provincias argentinas sobre el Estado, el poder y la educación (del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento -Cippec-) revela que un docente santafesino de EGB con 10 años de antigüedad cobra un salario de bolsillo de 403,84 pesos. Según el estudio, el monto dista bastante del que perciben los docentes mejores pagos del país, los santacruceños, que cobran mensualmente 818,08 pesos. En el otro extremo se ubican los salteños, que ganan 330,81 pesos.

El informe del Cippec denominado "Las provincias educativas" y a cargo del director del área educativa del centro, Axel Rivas, se hizo con el objetivo de analizar las características y el funcionamiento de las políticas escolares en cada provincia a partir de la implementación de la ley federal de educación en 1993.

Además de los salarios se estudió, entre otras variables, el nivel de aprendizaje y se comprobó que el rendimiento de los escolares santafesinos es bueno. "Los resultados son en promedio más altos que los que se registran en otras grandes regiones del país", dijo Rivas.

Y a su comentario lo acompañó con este dato: "Santa Fe se ubicó dentro del 25 por ciento de las jurisdicciones cuyos alumnos respondieron a una mayor cantidad de preguntas correctamente. En las pruebas de desempeño académico de matemática y lengua, los alumnos obtuvieron los resultados más altos del país después de la ciudad de Buenos Aires y el peor lugar lo ocuparon los catamarqueños", aseguró.

Pero esa buena performance contrasta con algunos datos sobre repitencia que fueron subiendo en Santa Fe en los últimos años. En la provincia se pasó del 5,9 por ciento al 8,4 (desde el 99 al 2002) y en Rosario en el mismo lapso los índices subieron del 6,9 por ciento al 9,5.


La inversión oficial
Por estas horas, los legisladores santafesinos discuten la aprobación del nuevo presupuesto provincial calculado en un gasto total de 4.120.148.217 pesos. De esa cifra, se destinará a Educación un total de 1.067.170.511, es decir, casi un 26por ciento de las erogaciones. Un monto superior al del año pasado, pero que sigue guardando la misma proporción con respecto al gasto total de la provincia.

Según el estudio dirigido por Rivas, la provincia invierte anualmente 1.118 pesos por alumno, situación que la ubica décimo cuarta en el ranking nacional. Un puesto nada favorable si se tiene en cuenta que la mejor posicionada es Santa Cruz, que destina 2.705 pesos por alumno y la peor es Salta, que desembolsa sólo 665,70 pesos.

Otro de los rangos distintivos del sistema santafesino es el alto porcentaje de dinero que destina a los colegios privados. De acuerdo a los datos del Cippec, ese porcentaje "supera el 10 por ciento de la media regional y nacional". Hacia este sector va cerca del 20 por ciento del presupuesto educativo, alrededor de 170 millones de pesos.

A estos colegios acude más del 30 por ciento de la matrícula de alumnos santafesinos, el 62por ciento recibe aportes estatales y la gran mayoría son establecimientos confesionales.

Mientras estas escuelas privadas -algunas de las cuales cobran altas cuotas y matrículas- siguen contando con la ayuda estatal, otras se caen a pedazos. Eso se aseguró la semana pasada desde la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), que tras un relevamiento demostró que "casi la mitad de las escuelas de Rosario no está en condiciones de funcionar".

A entender de Rivas, "Santa Fe es una provincia donde la Iglesia tiene mucho poder, algo que se evidencia hasta en la designación de ministros". La afirmación no parece descabellada. Tan sólo hay que recordar que el ex titular de Educación durante el gobierno reutemista, Daniel Germano, tuvo que alejarse de ese cargo tras mantener una fuerte polémica con el clero a raíz de los aportes que el Estado santafesino destinaba a los colegios confesionales.

A la zaga llegó al ministerio Julio César Zapata, un hombre que en su primera manifestación pública admitió: "Como católico, soy un hombre sumiso a los obispos".

Pero si hay una buena es que los alumnos santafesinos se acercan a los 180 días de cursado obligatorio que establece una ley nacional. En el 2000, tuvieron 174 días de clase; en 2001, 177; en el 2002, 176; y el año pasado, 172.

No obstante, los especialistas aseguran que con más días no alcanza. Y algunos van más allá. La directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Guillermina Tiramonti, le dijo a La Capital en octubre de 2002 que veía un porvenir "negro" en materia educativa. "La dirigencia de este país -señaló la politóloga- no ha optado por una distribución más equitativa de los ingresos, y así la desigualdad social y la fragmentación educativa es inevitable". Tras dos años de esa afirmación, cabe preguntar quién demostrará que Tiramonti estaba equivocada.