Año CXXXVII Nº 48306
Política
La Ciudad
Información Gral
Opinión
La Región
El Mundo
Policiales
Campo
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Educación 21/02
Campo 21/02
Salud 18/02
Autos 18/02


contacto

servicios

Institucional

 domingo, 22 de febrero de 2004

Niñez en riesgo. Testimonios de chicas que encontraron en el lugar un refugio
Los chicos del Hogar ya no son huérfanos
La centenaria entidad alberga a 150 niños y jóvenes derivados de los Juzgados y de reparticiones oficiales

Ya no hay chicos huérfanos en el Hogar del Huérfano de Rosario. El emblemático edificio de Laprida al 2100 es una de las entidades centenarias de Rosario, y este año cumple 135 años de historia. En rigor, el hogar se pensó a propósito de las grandes migraciones cuando arribaban miles de familias a la región y muchos de los progenitores morían en los barcos, antes de llegar a destino. También a propósito de las guerras internas que dejaban desamparados a los niños e incluso era moneda corriente que las propias familias no pudieran atender las necesidades básicas de los chicos y dejaran en la puerta del hogar, donde eran recibidos, entonces, por religiosas. Muchos años han pasado y ahora el hogar está poblado por niños y adolescentes que han transitado situaciones extremas de abandono, violaciones y golpizas.

"Los chicos llegan con un alto grado de deterioro, con historias muy terribles, nosotros los contenemos, los asistimos e intentamos que este lugar sea lo más parecido a un hogar", explica la directora de la entidad, María Eugenia Saccone.

A pesar de que las instalaciones del edificio son enormes, la capacidad operativa, fundamentalmente la cantidad de personal, no permite el alojo de más de 150 chicos. "Hemos tenido más de 170, pero nos es imposible atender como corresponde a cada uno, hacer un seguimiento de los procesos de cada uno de los niños", explicó Saccone.

Pero esa no es la única limitación que tiene el Hogar, ya que no reciben a bebés de menos de un año y medio y tampoco siguen alojando a los varones cuando cumplen los 9 años. Las chicas pueden quedarse allí hasta los 21. Esta situación produce muchas veces la separación de los hermanos que conviven en la entidad. Por ejemplo, ahora hay alojados once hermanitos, cuando el primer varón de ellos cumpla los nueve será derivado a otra institución.


Historias singulares
A lo largo de los años miles de niños y niñas han pasado por esta institución. No se ha hecho un seguimiento de cada uno por lo cual las autoridades no saben qué fue de la vida de los nenes. Sin embargo, hay historias singulares que dan cuenta de aquellos chicos que han demostrado una fuerte decisión de buscar protección y salir de la marginalidad.

"Yo quería volver acá, porque tengo amiguitas y me dan de comer y también voy a ir a la escuela", cuenta Sofía, de 11 años. La historia de la nena (cuyo nombre verdadero se resguarda), da cuenta de las difíciles situaciones por las que atraviesan cientos de menores que a veces quedan presos de las decisiones de los adultos. Sofía estuvo internada por orden de un Juzgado de Menores desde los cinco años. Ella es una de las mayores de ocho hermanos que, aclara, son de diferentes padres.

Hace poco más de un año la Justicia autorizó a la madre a retirarla del Hogar. Durante ese tiempo Sofía fue maltratada por su madre, no concurrió al colegio y la mandaron a mendigar a las puertas del Carrefour.

Al cabo de un año, se las ingenió para llegar hasta la Policía de Menores y pidió que la regresaran al Hogar del Huérfano. "La policía le dijo al juez que yo quería volver, me trajeron y ahora estoy bien", resume con sencillez su odisea.

La niña es menuda, tímida y observa todo con una curiosidad genuina. Por ejemplo, preguntó a La Capital qué era el grabador, cuánto costaba y de qué modo funcionaba. Sólo después de entender lo que quería saber se sentó a contar su historia.

"Me mandaba a pedir (por su mamá) y me sacaba la plata, también me pegaba. No me gustaba porque yo quería comprarme cosas. Una vez me compré un helado, después me quise comprar un perfume de dos pesos pero no pude", recuerda en voz baja.


"Me salvaron la vida"
La historia de Sofía no es única. Una similar transitó Ayelén, de 19 años. La joven está terminando el secundario con excelentes notas, hace reemplazos de moza en un bar los fines de semana y también trabajó en el verano en un estudio jurídico. Es una linda chica como cualquiera de clase media, da cuenta de una fuerte personalidad y por estas horas está proyectando dejar el Hogar para seguir estudiando en la universidad y trabajar.

Hace más de tres años pidió a una repartición pública que la llevaran al Hogar del Huérfano, después de deambular por distintos sitios de ayuda a chicos. "¿Viste cuando das un manotazo de ahogado, por que no das más? Bueno a mí acá me dieron la mano y me salvaron la vida. Ahora estoy preparada para trabajar y para estudiar", asevera con una convicción irreductible.

Ayelén admite que al principio le costaba decir que vivía en la institución, sin embargo cuenta que tiene "un grupo excelente" de amigas del colegio, a quienes visita y la van a visitar.

Ella es una de seis hermanos e incluso desde hace unos meses convive con una hermana algunos años menor que ella. Ayelén asegura que no se lleva bien con la madre y que del padre ni siquiera tiene recuerdos. Le cuesta hablar de su pasado, aunque refiere a un gran desorden hogareño en el que no había horarios, ni para comer ni para dormir. "Acá supe que se tiene que dormir con pijama, que hay que desayunar, todas esas cosas", comenta como al pasar. Claro que la adolescente reconoce que no fueron fáciles todos estos años en el Hogar. "Cuando pasás mucho tiempo encerrado, te deprimís; no sé por qué, pero es así", confía, pero enseguida vuelve a su proyecto: "Ahora estoy en condiciones de salir".

A pesar de que tienen padres, tanto Sofía como Ayelén encontraron la contención en una institución que hace más de un siglo fue pensada para los chicos huérfanos. Hoy tienen grandes chances de salir adelante.

I.B.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Notas Relacionadas
Provincia y municipio asisten a familias vulnerables

Los jueces de menores atienden por año a más de mil chicos victimizados


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados