EN EL CAMINO

Clio GNC: el mejor balance

La casa francesa es la única automotriz del país que instala el equipo de gas en la línea de montaje. Viene en versión Authentique, carrocería tricuerpo y motor 1.6 de cien caballos

Jorge Kaplán / La Capital

Quien elige utilizar el GNC como combustible ya sabe lo que gana y lo que pierde. Ahorra dinero y mejora la calidad del medio ambiente, pero pierde potencia y espacio de carga, el baúl en caso de un auto, y agrega peso: la performance baja pero el bolsillo respira aliviado. Varias de las automotrices que operan en el país hace ya un tiempo decidieron ofrecer a sus clientes vehículos GNC "de fábrica", con la ventaja de mantener la garantía original. Y uno de los modelos que mejor resuelve el balance de ganancias y pérdidas es el Renault Clio con GNC, en rigor el único con el equipo montado realmente en fábrica.

La oferta de vehículos GNC de Renault es amplia y abarca a Clio, Kangoo y Megane. En este caso, Autos realizó una exhaustiva prueba de manejo sobre un Clio de cuatro puertas en versión Authentique, con el adicional del aire acondicionado.

La decisión de Renault fue dotar de GNC a sus autos tricuerpo por obvias razones. En el caso del Clio, el discutido diseño de la carrocería de cuatro puertas y baúl permite mantener un espacio más que interesante para los requerimientos de una familia.

El voluminoso baúl del Clio tricuerpo permite alojar cómodamente un tanque de 65 litros volumétricos y una capacidad de 16,3 metros cúbicos a la presión máxima de 200 bar. De los 510 litros de volumen del baúl original, el espacio que queda libre es de 370 litros, lo cual no es para despreciar.

El habitáculo es cómodo, y los pasajeros que viajen en las plazas traseras tendrán un espacio aceptable para las piernas. Un punto interesante es que el respaldo del asiento trasero es abatible. Si bien el tubo de GNC impide integrar el habitáculo con el baúl, al abatir el respaldo trasero queda una superficie plana apta para alojar diversos objetos ordenadamente.


Ventajas de la instalación "en fábrica"
Hoy Renault presenta a sus modelos con GNC con el equipo instalado en la línea de montaje y no en talleres externos, lo cual -aseguran desde la compañía- les permite tener un mayor control del proceso de producción y de la calidad del vehículo y todos sus componentes. Lo que sí se demuestra claramente es que tanto la terminación estética como la funcionalidad es la mejor que se puede encontrar hoy por hoy en el mercado.

La operación del sistema de GNC es muy simple y a menos que se quiera cambiar de combustible no hay que hacer nada, ya que el equipo realiza todas las maniobras solito.

En el habitáculo hay dos elementos relacionados con el GNC: un pulsador para seleccionar nafta o GNC y un display en el tablero que mediante leds indica la cantidad de gas que hay en el tanque, la reserva y qué combustible se está utilizando.

Estos dos elementos están completamente integrados al diseño del tablero y hacen del Clio el único modelo que no tiene "agregados" que generalmente son de mal gusto.

Seleccionado el modo GNC con el pulsador que se halla abajo y a la izquierda del tablero, el motor siempre arranca en nafta. Cuando la temperatura del motor alcanzó los 40ºC y superó las 2.000 rpm (ambas condiciones) la alimentación conmuta automáticamente a GNC. El cambio se percibe con un cortísimo tironeo.

También es muy útil la boca de carga ubicada junto a la tapa del tanque de nafta lo que evita el incómodo trámite de abrir el capot.


Motorización
Renault eligió para el Clio GNC una combinación especial: la versión es la más básica denominada Authentique con el opcional de aire acondicionado, pero con un motor más grande: el 1.6 de 101 caballos (en nafta porque en GNC baja a 95) que viene en las variantes más equipadas.

La razón es evidente: que el auto mantenga una performance adecuada para los tiempos que corren. Los 95 caballos que entrega este motor en GNC son realmente más que suficientes para que marche ágilmente en ciudad y crucerear a 140 km/h en ruta sin problemas, con picos de velocidad máxima de poco más de 170. Claro que además de las razones de seguridad y las normas de tránsito, quien abuse del acelerador deberá resignar autonomía.

En ciudad, el Clio marchó 156,4 km hasta apagarse en modo GNC, consumiendo 13,14 m3, demostrando que la autonomía teórica no es real, pero igual no es poco. En ruta, a 100/120 km/h y sin el aire acondicionado, el Clio marchó 222,4 km sin parar en otro de los ensayos.


La versión
Pensando que el cliente de un auto GNC quiere gastar poco, Renault ofrece al Clio GNC sólo en versión Authentique, que es la más básica de la familia, con el aire acondicionado como opcional. De serie trae dirección hidráulica, equipo de música con reproductor de CD y el tradicional comando satelital al volante. Por ser la versión más básica no tiene ningún elemento del pack eléctrico, pero aire, dirección y reproductor de CD aseguran un buen confort en viaje, aunque se extrañen el cierre centralizado o los alzacristales eléctricos por ejemplo.

El precio de la versión probada (con aire) es de 35.700 pesos, mientras que la básica (sin aire) cuesta unos 33.000 pesos. Como para comparar: el Clio Authentique nafta pero con motor 1.2 de 65 CV cuesta 27.600 pesos, el gasolero 1.5 dCi de 65 CV sale 33.200, y el Expression naftero 1.6 (el mismo motor del modelo con GNC) cuesta 34.700 pesos, claro que con más equipamiento.

Con estos valores, el Clio GNC está apenas por arriba de sus competidores en materia de precios, considerando similares características y prestaciones, pero la terminación, funcionalidad y facilidad de operación compensan esa diferencia, y lo ponen en el podio del mundo del gas.