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 domingo, 04 de enero de 2004

La Cámara de Apelaciones en lo Civil ratificó un fallo
Ordenan al municipio villense retirar una antena de la telefonía celular
El juicio lo inició un vecino por una estructura que está casi pegada a su casa y a metros de un hospital

Osvaldo Flores / La Capital

Villa Constitución. - La Cámara de Apelaciones en lo Civil de Rosario mantuvo la sentencia de un juez local que obligó a la Municipalidad a desmantelar y remover una antena de telefonía celular ubicada en el macrocentro de esta ciudad. La presentación judicial había sido efectuada por un vecino, quien se sintió afectado por la gigantesca estructura de unos 75 metros de altura que se encuentra casi pegada a su medianera.

Con la confirmación del fallo del magistrado José Luis Sedita, y una vez que sea notificado a las partes, el municipio tendrá un plazo de 30 días para cumplir la orden judicial que, según la sentencia original, "pesa personalmente" sobre el intendente Horacio Vaquié. De todos modos, la Municipalidad todavía tiene la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema de Justicia, posición que en principio fue desestimada por fuentes del gobierno local consultadas por La Capital .

La torre que deberá ser desmantelada es de propiedad de Movicom Bell South y fue construida en la manzana comprendida por Bolívar, Mendoza, Acevedo e Independencia. La estructura está instalada a escasos metros de la vivienda particular de Edgardo Pelanda -el vecino que presentó la demanda- y a unos 50 metros del hospital Samco, en una zona densamente poblada del macrocentro.

Hace tres años, con el patrocinio del abogado Omar Ferreyra, Pelanda presentó un recurso contencioso administrativo en el marco de la ley 10.000, de intereses difusos. En el escrito cargó "contra los actos, decisiones y omisiones de la Municipalidad de Villa Constitución, que violando disposiciones del orden administrativo local lesionan intereses de habitantes de esta ciudad en materia de salud y seguridad, al permitir y mantener la instalación" de la cuestionada antena.

En febrero de 2003, el juez Sedita rechazó las excepciones presentadas por la Intendencia e hizo lugar al recurso presentado por Pelanda. Entre sus consideraciones, el magistrado advirtió que en el acto administrativo "no se ha dado debido cumplimiento a lo dispuesto por ordenanzas y reglamentos en la materia".

Asimismo, el juez concluyó que el municipio no realizó los controles "tendientes a cerciorarse de que la obra cumple con los requisitos de seguridad, está correctamente construida y se ha evaluado su impacto ambiental, no contando la misma con certificado de inspección final, ni con final de obra y habilitación".

Sin embargo, el fallo de Sedita fue apelado por el municipio y el expediente girado a la Cámara de Apelaciones de Rosario. En octubre del año pasado, el gobierno municipal de Villa Constitución hizo un tibio intento de acercamiento entre los requerimientos de las partes en conflicto, aunque no volvió a las rondas de consenso que se habían iniciado. En ese marco, y en consonancia con otras medidas iguales adoptadas fundamentalmente con otras antenas ubicadas en jurisdicción de Rosario, la Cámara rechazó la apelación y dejó el camino expedito para que la sentencia del juez villense sea cumplida en el término de treinta días.

En junio de 2001, meses después de haber iniciado el juicio para lograr el retiro de la cuestionada estructura, se produjo un accidente en la casa de Pelanda que, por milagro, no arrojó víctimas. Fue cuando una llave de acero que utilizaban operarios que reparaban la gigantesca torre cayó en el patio de su vivienda.

"Alrededor de las 14, cayó al patio de mi casa una llave de acero tipo tubo de unos 300 gramos de peso. Ese peso, la altura y la velocidad hacen que la caída de tal elemento pueda ser mortal para quien sufra el impacto de la misma. Afortunadamente, en ese instante ninguno de mis hijos ni mi esposa se encontraban en el patio", denunció entonces Pelanda ante los Tribunales villenses. Recién en julio de 2000, cinco meses después de iniciada la construcción y a partir de las enérgicas protestas de los vecinos, el Concejo dispuso que las antenas de telefonía celular que superen los cinco metros de altura deberán contar con autorización municipal para ser instaladas dentro del ejido urbano.

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La antena está ubicada en el macrocentro villense y mide unos 75 metros de alto.

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