La Bestia de Tablada

¿Te acordás hermano?... de Enrique Esquide

El wing izquierdo de La Unión, La Aurora, Newell's, Central Córdoba y Chacarita dice que pateaba más fuerte que el Flaco Menotti

Miguel Pisano / La Capital

"No voy a verte a la cancha porque no quiero que te pongas nervioso", le respondió el padre al Pelado Esquide cuando el ex wing izquierdo de Chacarita fue a su casa de Tablada con el fulbá Pizarro en el 50 a llevarle un par de entradas para el partido que jugaban acá con Central. Felipe Esquide era un vasco navarro que tenía una empresa de chatas sin baranda, que manejaba él mismo fajado y con cinco o seis caballos -uno de punta-, y que vino de joven en barco con su esposa Marcelina. "Iban a bajar en Cuba pero mi mamá no quiso", recuerda Enrique Esquide, sentado a una mesa de un bar de Tablada, con esa inconfundible pinta de jugador de antaño.

Esquide nació el 16 de junio del 29 en Alem entre Cochabamba y Pasco, en el corazón de la República de la Sexta, y al año fue a vivir a Tablada, en Ayolas y Colón, donde vive hace 72 años.

-¿Cómo era Tablada hace 70 años?

-La nuestra era la única casa. Los Cortese tenían unas palmeras y después era todo campo. El Torito Aguirre vivía a una cuadra, en Necochea entre Ayolas y Saavedra. El Toro era del 20. Gordito, petisón y culón.

-¿Por qué Pelado?

-Porque mi viejo me pelaba con la doble cero y me dejaba solamente el flequillo.

-¿Dónde empezaste a jugar?

-En el Club Atlético La Unión, de Berutti y Ayolas, que ya no existe.

-¿Jugaste en las inferiores de Newell's?

-A los 13 años vino Pico Tardío, un delegado de inferiores de Newell's, y me llevó junto con el Petiso Ochoa y el Japonés Silvero, que jugaban de 9, y Pirulo Palavecino, que jugaba de 10. En Newell's jugué en cuarta especial cuando salió campeón en tercera. El Alemán Celli me marcaba y también jugaban el Loco Montagno, Della Sena, Pinacca, yo jugaba de insai y Badalini, que pateaba de punta.

-¿Por qué te fuiste de Newell's?

-Porque tuvimos un problema con unos sinvergüenzas y quedé enganchado en La Unión, que no me quería dar el pase y Newell's se quedó chanta. Yo tenía 14 años y como era lungo me fui a jugar al básquet a Calzada, donde salimos campeones de la Rosarina, en el 44. Medía 1,90, jugaba de llave (centro o pivot), y Calzada tenía un cuadrazo en cuarta, primera y novicios, y le ganamos a Newell's, donde jugaba Arturo Alegrechi.

-¿Qué pasó con La Unión?

-En Calzada me daban dos pesos por partido ganado y los de La Unión fueron a denunciarme a la Rosarina de Básquet que yo era jugador de fútbol, entonces me dieron una suspensión de 99 años porque no podía ser profesional.

-¿Tu club del barrio es La Aurora?

-Sí, fui fundador y jugué. Y todavía voy a jugar a las cartas y a tomar un vermú.

-¿Cómo llegaste a Córdoba?

-En el 49 Vicente (De la Mata) era el técnico y Córdoba le dio 20 mil pesos a La Unión y empecé a jugar en aquel equipo que formaba con Capellini; Semprini y el Gringo Molinari; Acevedo, Ganna y el Bocón Basignani; el Patón Devoto, Moyano, La Spina, Tucho Fornaro y Esquide. En la B en Córdoba hice 44 goles en el 49 y con los que metí en Chacarita llegué a casi 80 en dos campeonatos.

-¿Cómo pasaste a Chacarita?

-En el 50 vino el Gallego De la Matta a decirme que me llamaban, era Mario Fortunato, que dirigía a Boca. Yo era hincha de Boca y ese día jugué una barbaridad, pero cambió la comisión, subió Siena, el de la cochería, y compraron a Campana y Bussico. Era el sueño del pibe, pero dije "soné". Y al tiempo me llamó de nuevo Fortunato y me dijo que tenía que viajar porque era el técnico de Chacarita. La primera práctica fue contra San Lorenzo, donde me marcó el Gallego Angel Zubieta, que me dijo: "Coño, qué pequeño eres". Entonces le dije que era mi debut y que venía de Rosario, así que me dijo que me iba a dejar ir.

-¿Cómo formaba aquel Chacarita?

-Estuve del 50 al 57, hasta que AFA nos mandó al descenso. Formaba con López; Spinelli y Pizarro; Scriminacchi, Dutruel y Araiz; Pessarini, Coll, De Luca, Ricagni y Esquide.

-¿Pateabas más fuerte que Menotti?

-Sí, como Benjamín Santos o como el gol que le hizo Carbonari a San Lorenzo, pero no la levantaba. En el 51, en una gira por Brasil jugamos contra Gremio que iba invicto, los hinchas me llamaron y me tiraron tres puntazos por el alambrado. Después nos peleamos y Pizarro les partía la cara a cabezazos. Al final les metí un gol de tiro libre, que fue como encamarte con la mejor mina. "O chute mais grande do mundo", decían los negros.

-¿Quién te puso La Bestia?

-Vicente Guerrero, un muchacho del barrio. El padre de Yudica vendía choripanes en la canchita de Racing, donde jugábamos torneos de siete, y cuando llegábamos con los camiones de La Aurora, agarraba un megáfono y gritaba: "¡Ahí llega La Aurora! ¡Venga a comer los chorizos que come La Bestia!".

Esquide llegó a C.Córdoba en 1949 y en Primera B marcó 44 goles.