Rugby: Chachi Ferraza, el nuevo DT de Logaritmo

Pablo F. Mihal / La Capital

Los matemáticos sacaron bien las cuentas. Experiencia, seriedad, un proyecto serio y unas tremendas ganas de trabajar fueron los ítems que volcaron la balanza a la hora de contratar a Eduardo Chachi Ferraza como entrenador de la primera división de Logaritmo (función en la que lo acompañará Adrián Pereda) en lo que evidentemente marca un nuevo rumbo en el club de Ibarlucea.

Para Chachi, que si bien se lo puede identificar con Duendes por su trayectoria como jugador y entrenador, pero que salió de las filas de Loga, el desafío es muy grande. Si bien en la temporada 2003 Logaritmo tuvo un leve repunte en cuanto a las dos temporadas anteriores, lo que buscan los dirigentes matemáticos es un verdadero despegue en todas las divisiones.

Verborrágico, directo y sin medias tintas, Ferraza dialogó con Ovacion tras una práctica informal no obligatoria el último sábado de diciembre y a la que asistieron más de cuarenta jugadores del plantel superior y en donde su voz, ronca y firme, transmitió los primeros conceptos.

En plena etapa de conocimiento de los jugadores, Ferraza confió de manera cómplice que "lo bueno de no conocer a ninguno hace que puedas elegir al mejor, aunque para armar el presunto equipo titular todavía falta mucho y todos tienen posibilidades. Si bien no conozco del todo a los jugadores, pero ya estuve organizando algunas rutinas para que vayan haciendo algo, las que seguramente no vamos a poder hacer en épocas de entrenamiento", continuó el entrenador.

-¿Cuál es la idea del juego que intentarán plasmar?

-Uno de mucha continuidad, de mucho apoyo, que no sea tan dependiente de lo que hagan los forwards, como Logaritmo lo ha hecho hasta ahora. No lo critico pero yo tengo otro punto de vista y a las autoridades del club les gustó. El rugby de hoy tiene mucha dinámica y Loga afianzaba todo sobre sus ocho delanteros trabajando en el scrum o en el maul. Si bien esas formaciones son importantes, también lo es jugar rápidamente la pelota o jugar los rucks con velocidad. Acá se jugaba a una velocidad distinta a la que yo quiero, todo era más lento y eso hay que cambiarlo.

-Pero esto, si se quiere, es como luchar contra la historia de Loga.

-Sí, pero cuando vean que da resultado y que se van a divertir, yo te puedo asegurar que más de uno no lo va a poder creer. No hay una sola forma de jugar y nosotros vamos a hacerlo de acuerdo al rival que tengamos enfrente. Los jugadores van a tener que aprender a leer el juego y hacer lo más conveniente. A lo mejor en la estructura que tenían las cosas estaban muy diagramadas. Ahora no hay diagrama, hay un estilo y una forma de jugar ante cada rival, al planteo de cada momento y aunque nos cueste, vamos a tener que hacerlo.

-Por lo visto, será un juego de ataque.

-A partir de los años 70 el fútbol no creció porque Italia arrancó con el famoso catenaccio donde la defensa era más importante que el ataque... y en los deportes son importantes los ataques y no las defensas. Yo le doy mucha importancia al ataque. Con él se crean cosas nuevas.

-¿Cómo vivís este paso de Duendes a Logaritmo?

-Con 43 años en Duendes es difícil romper los vínculos pero en Logaritmo me ofrecieron un panorama distinto.

-¿Qué te sedujo de Loga?

-Para hacerlo gráfico... es como cuando uno tiene una novia y pasan los años y ella no te ofrece nada. Después se presenta otra que te ofrece cariño y un montón de cosas que la otra no te daba. Eso me pasó a mí, y lo lindo es que hay 70 personas que están esperanzadas en que pueden hacer algo distinto. Yo soy un hombre que no le tengo miedo a esas cosas, a pesar de los años que tengo en esto. Por eso en el rugby siempre me atreví a hacer cosas. Hice algunas y me tildaron de loco, pero bueno... Voy a contar con gente distinta, nueva y te repito, me animo a esto y soy terriblemente cabeza dura. No voy a claudicar. Ahora tengo puesta esta camiseta y soy leal a la camiseta que visto, como lo he sido por 43 años con Duendes.

-¿Cuál va a ser tu tarea?

-En principio voy a estar trabajando con el plantel superior pero la idea es también preparar entrenadores, a gente joven para puedan continuar con esto. Es una tarea muy compleja.

-¿Cómo te sentís en esta nueva experiencia?

-Me siento muy joven a pesar de los años que tengo haciendo esto. El rugby me mantiene vivo. Esto es algo que me gusta. A mí me gustaría morirme como lo hacen los artistas... ellos en el escenario y yo en una cancha de rugby.

Para él, el césped es un vicio y el rugby, su vida. De eso no caben dudas.

Eduardo Ferraza tendrá a su cargo la dirección técnica de Logaritmo.