| domingo, 04 de enero de 2004 | Habló con Ovacion sobre su buen año, la saturación que provoca el circuito, su nivel de juego y las metas para 2004 Ricardo González, un golfista en busca de su techo Mario Candioti / La Capital Ricardo González habla desde la simpleza de sus palabras. Pero tira conceptos claros y profundos. "Me falta poner más voluntad para ganar torneos", dice sin ponerse colorado este correntino hecho golfísticamente en Rosario y que hoy es uno de los mejores exponentes argentinos de este deporte. En 2003 ganó el Abierto de Madrid después de dos años sin "mojar" en el circuito europeo y después, sobre el cierre del año se sacó un enorme peso de encima: ganó por primera vez el Abierto del Litoral en su casa, el Rosario Golf.
Junto a Ovacion, Ricardo González fue desmenuzando su presente sin inhibiciones y habló de un 2004 de "pilas cargadas".
-¿Se puede decir que el año que se fue te deparó más satisfacciones que tristezas?
-Si lo tomamos en general, fue buenísimo. Ganar un torneo para cualquier jugador es difícil y haber ganado el Abierto de Madrid cerrando el año es demasiado bueno. Pero si tengo que hablar de regularidad no fue bueno porque siempre durante los seis o siete primeros meses jugaba tres vueltas buenas y una mala, como lo hice desde que estoy en el Tour. En la mayoría de mis torneos son tres vueltas buenas y una mala. Eso no me lo puedo quitar de encima. Este año me pasó lo mismo, sin embargo después tuve un buen final con el Abierto de Madrid y el Abierto del Litoral.
-El Litoral era tu gran cuenta pendiente. Te sacaste de encima un peso muy grande.
-Si, en todo sentido. La verdad que ganar acá fue tan importante como ganar en Madrid.
-¿Qué te pasó en esos casi dos años que no ganaste un torneo?
-Y... un poco de todo. Por ahí cuando gané en Suiza (2001, su primer título europeo), la gran mayoría de los jugadores me decía «ganaste un torneo, ahora vienen los otros porque te quitaste la presión» pero en mi caso no fue tan así. Me relajé mucho y después terminé perdiendo toda la confianza que había recuperado en ese torneo. Me relajé tanto que no hice ninguna de las dos cosas, ni agrandarme en el sentido de decir «puedo» ni por ahí agrandarme en el juego.
-¿Ese bajón se debió a haberte sacado una presión de encima o influyeron otro tipo de factores?
-No, no, eso. La verdad es que me relajé mucho en el momento en que tenía que estar más concentrado y con más fuerzas para seguir.
-De acuerdo a lo que decís y a lo que te dicen, ¿qué es lo que te faltaría para tener mayor continuidad?
-Y... tener un poquito más de metas. Por ahí hoy voy a un torneo y juego como si estuviera en Rosario. Eso no sirve, hay que tener un poquito más de ganas y poner más huevo, como en el fútbol. Por ahí voy muy relajado y eso es lo que me está faltando, tengo que ir con más decisión y ponerme en la cabeza que puedo ganar.
-Esto no hay que confundirlo con alguna posible saturación.
-Sí, puede influir. Este es mi trabajo y yo veo que por ahí no hago el esfuerzo como para decir "puedo ganar diez torneos". Me falta eso y ponerle un poquito más de voluntad.
-No pasa por el nivel de juego sino que pasa por lo anímico.
-Sí, sí.
-¿Y entonces?
-Dentro de todo sé que tengo que ir cambiando un poco mis sistemas y tratar de mejorar eso. Sé que está ahí y qué es lo que se puede mejorar pero es difícil en el sentido que por ahí cambiar a mí me cuesta y me va a llevar bastante tiempo. Hacer ese cambio me va a costar como un año, y perder un año ahora creo que es demasiado.
-Cuando hablás de cambios, ¿tienen que ver en lo relativo al sistema de juego o a la actitud?
-Un poco de todo. A nivel profesional hay que cambiar varias cosas.
-Hay jóvenes en el Tour que meten presión, ¿eso puede influir?.
-Sí, en los últimos cuatro o cinco años salieron 10 ó 15 muy buenos jugadores como Robinson, Nildenman, Scott y Casey.
-¿En qué grupo te ubicás vos?
-Estoy ahí. Según, si vos hablás con un europeo o con un norteamericano el nivel argentino allá es superior a nivel golfístico. Lo que pasa es que por ahí a nivel psicológico estamos en lo más bajo, no tenemos ese nivel que tienen los americanos y los europeos en lo psicológico. Nosotros tenemos un juego enorme y una mentalidad no tan así.
-¿Tiene que ver con el marco cultural de los golfistas argentinos?
-Digamos que con la educación golfística. Nosotros nacimos como caddies y aprendimos de caddies, lo cual genera que tengamos una desventaja porque los que están en la actualidad arriba vienen de las universidades, de tener profesores de golf y de educación física.
-O sea, con el nivel educativo.
-Nosotros tenemos un árbol pero el tronco es muy finito, los otros tienen un árbol con una base más grande. Esa es nuestra contra pero también tenemos virtudes como la habilidad, cosas que los que están estudiando no tienen. Y lo que es artificial no es bueno. A la larga lo es, pero perdura mucho más lo natural.
-La viveza criolla...
-En todo el deporte argentino está esa viveza. Es esa picardía que se nota cuando estamos en Europa.
-¿Alguna vez pensaste que habías llegado a tu techo o que podías dar un poquito más?
-Yo en ese sentido nunca pienso, por lo que dice la gente parece que puedo un dar un poco más pero lo que pasa es que yo no me siento así. También me dicen «¿por qué no vas a EEUU?». Pero yo no siento estar preparado para ir a jugar allá.
-¿Cuál es la diferencia que notás para no ir a Estados Unidos?
-Me parece que hay que ser un poco más regular. Yo tengo picos en una vuelta, en la cual soy un fenómeno y hoyos en los que soy normal o peor. Así que es eso lo que me falta corregir y tratar de ser un poco más estable en todo sentido, en la salida, el segundo tiro al green, en el putt... La verdad es que eso es lo que veo que me falta mejorar.
-¿Cómo pinta, de acuerdo a tu predisposición o tus ganas, el 2004?
-Ahora con muchas ganas. Haber ganado en Madrid me abrió muchas puertas y más que todo me generó muchas ganas y expectativas para arrancar el 2004. Me parece que en lo anímico va a ser bueno, ahora hay que poner un poco más de voluntad, de práctica y tratar de cumplir lo objetivos que estoy planificando para este año.
-¿Cómo va a ser tu calendario?
-Arranco en Australia. Me voy los primeros días de febrero y juego las dos primera semanas, después vuelvo y ya me voy a Dubai, Qatar...
-El hecho de no haberte puesto las pilas, ¿tiene que ver con una cierta consolidación económica?
-No, yo creo que el tema pasa por el argentino. El argentino es muy pegote a sus amigos, a su familia y este año me pasó eso. No jugué muchos torneos, creo que participé de 20 cuando normalmente juego 28 al año. Este año quise estar más tiempo con mi familia y eso me parece que fue el motivo por el cual hice un buen recorrido en Madrid. Fui descansado y libre, la verdad que eso es un punto a destacar. Cuando fui al torneo estaba con las mismas fuerzas que cuando arranqué en abril.
-¿Considerás que hiciste un cierto "colchón" económico como para decir que estás hecho?
-No. Pasa que aunque todos vean números abultados en los premios los gastos son muy grandes entre el caddie, el manager, los alojamientos. Vos ves un bulto muy grande pero después no es tan así. Se puede ganar mucho mejor que en cualquier trabajo que hagas acá pero creo que no es tanto cuando comparás que dejás a tu familia.... Pero es mi trabajo.
-Una vez dijiste que querías llegar a ser alguien en la vida, ¿podés decir que lo lograste?
-Sí, digamos que alguien en el sentido de la historia del deporte. Por eso cuando gané el Litoral dije "ya estoy en la historia del golf", de esa manera me refería a ser alguien.
-¿Te planteaste hasta cuándo vas a jugar?
-No. Este es un juego que te da para rato. Me imagino que hasta que pueda caminar voy a jugar al golf. enviar nota por e-mail | | Fotos | | González ya piensa en los torneos de esta temporada. | | |