| domingo, 04 de enero de 2004 | Los viajeros de EEUU entran a Brasil con los dedos sucios Aldo Gamboa Río de Janeiro.- Los estadounidenses que desembarcaron ayer en Río de Janeiro abandonaron el aeropuerto internacional sorprendidos y con los dedos sucios de tinta, después de dejar sus huellas digitales como medida de identificación, aunque coincidieron en entender la medida. "Me sentí un poco como un criminal", resumió Rex Polkinghorne, de 33 años, mientras buscaba una forma de guardar su pasaporte sin mancharlo con la tinta todavía visible en sus dedos, en una experiencia que, según dijo, nunca había pasado antes en su vida. "Me tomaron una fotografía y luego las impresiones dactilares. De cualquier forma, no fui el único en pasar por esto", se resignó, antes de subirse a un taxi y abandonar el aeropuerto.
El nuevo procedimiento de identificación de ciudadanos estadounidenses en Brasil fue determinado el pasado miércoles por un juez federal brasileño, como medida de reciprocidad ante mecanismos similares de seguridad adoptados en EEUU contra ciudadanos de varios países, inclusive brasileños, que comenzarán a regir mañana.
Polkinghorne fue uno de los pasajeros estadounidenses sorprendidos por la medida, y aunque admitió que entendía la necesidad de identificar a los extranjeros, protestó por la demora en llevar adelante el procedimiento. "Yo era el octavo en la fila, y me tomó una hora completar el trámite", relató.
"Trámite engorroso" Por su parte, el economista Richard Ess, de San Francisco, narró que "el personal de a bordo nos avisó, una hora y media antes de llegar, que los estadounidenses debíamos pasar por un procedimiento especial de identificación".
Mientras mostraba sus dedos sucios, Ess dijo que "el procedimiento es largo, pero yo entiendo que en EEUU hacen lo mismo, de modo que era lógico pensar que en Brasil también lo harían. Vine a Río como turista, y no creo que esto cambie mi opinión sobre el país".
Para el ingeniero Lorin Hall, en tanto, "esto que Brasil está haciendo es correcto, identificar a los extranjeros que tratan de entrar al país, porque es posible que se trate de terroristas. Quiero decir: recuerden el 11 de septiembre".
Pero aunque no demostraba contrariedad por haber sido fotografiado y obligado a imprimir sus huellas digitales, Hall reclamó por la forma en la que el procedimiento es realizado, con una cámara digital y la vieja almohadilla con tinta que es pasada en cada dedo de las manos. "Me sentí molesto porque esto fue como volver a la década de 1940 en EEUU, con la tinta en los dedos. En la fila en que estaba, tomó de 10 a 15 minutos para cada persona. Pero en el fondo me siento seguro de saber que Brasil está haciendo esto", puntualizó.
Otra estadounidense, quien prefirió no identificarse, mostró sus dedos sucios de tinta y opinó que "esto no está ayudando a ninguno de los dos países. Pasé un largo viaje y además tuve que pasar por una fila bastante cansadora".
El alcalde de Río de Janeiro, César Maia, dijo el viernes que la medida que obligaba a la identificación de los ciudadanos estadounidenses era "ingenua" y que tendría un impacto imprevisible en el acceso de turistas, justamente al inicio de la temporada veraniega. (AFP) enviar nota por e-mail | | |