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 domingo, 04 de enero de 2004

La dinámica de la segunda mitad de 2003 garantiza un piso para 2004
La industria arranca con viento a favor
Un informe del Centro de Estudios para la Producción espera tasas más "normales" de crecimiento

En 2003 la industria local consolidó el proceso de recuperación que inició en el segundo trimestre del 2002, acumulando en los primeros diez meses del año un alza promedio de 16,8% en comparación con igual lapso del año pasado (lo cual transforma a la producción industrial en una de las actividades económicas más dinámicas del corriente año).

Así lo indica un informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP), dependiente del Ministerio de Economía, en base a un análisis de la evolución de los distintos sectores industriales registradas por el Indec a través del Estimador Mensual Industrial (EMI). En base a este diagnóstico proyectó un piso de crecimiento industrial del 5% para 2004, con un mejor desempeño de los bienes orientados al mercado interno, y convergiendo hacia tasas moderadas de crecimiento, propias de una economía normalizada.

Según registra el informe, en el primer trimestre 2003 el EMI se incrementó 7,5% respecto al trimestre previo (en términos desestacionalizados). Tras un segundo trimestre en el cual la actividad industrial desaceleró fuertemente su ritmo de expansión, en el tercer trimestre el índice oficial presentó un incremento de 2% respecto a los tres meses previos ( desestacionalizado), prolongándose la tendencia ascendente de la producción manufacturera.

Faltando solamente datos de los dos últimos meses del año pasado, ya pueden esgrimirse las grandes tendencias de la industria a nivel sectorial en 2003. En primer término, se aprecia un repunte generalizado de las distintas ramas industriales, observándose que tan sólo dos sectores de los treinta que conforman el EMI registran bajas en comparación con un año atrás: fibras sintéticas y artificiales, y lácteos (rubro que presenta un problema de oferta, asociado a una caída de la rentabilidad).

A su vez, entre las producciones "ganadoras" sobresalen la textil, la metalmecánica, la de insumos de la construcción, y la de agroquímicos; aunque no debe olvidarse que las mismas han presentado una dinámica bastante diferente entre sí a lo largo del último año.

Mientras que las ramas textil y metalmecánica crecieron fuerte entre fines del 2002 e inicios del 2003 (alentadas básicamente por la sustitución de importaciones y la mayor demanda interna de maquinaria agrícola asociada al boom del campo), en los últimos meses las mismas se han mantenido relativamente estables.

Por el contrario, las producciones de insumos de la construcción y, en menor medida, de agroquímicos, presentan una suba interrumpida desde mediados de 2003.


Dos etapas
Teniendo en cuenta la disímil evolución que han presentado las ramas industriales pueden distinguirse dos etapas diferentes en el actual proceso de recuperación de la actividad manufacturera. Por un lado, una primera etapa de fuerte recuperación, que se extendió entre marzo 2002 y marzo 2003, en la cual la industria cumplió el rol de "motor" del crecimiento a nivel agregado, presentando alzas muy superiores a las del promedio de la economía.

Esto respondió en gran medida a la ventaja que suponía para los sectores transables el cambio de precios relativos que trajo aparejado la devaluación.

Tras este "salto de una sola vez" vinculado a la sustitución de importaciones la industria ingresó en una segunda etapa, en la cual su recuperación se hizo menos pronunciada, y pasó a ser impulsada por la expansión del mercado interno.

Así, los mayores incrementos de este segundo período se observaron en la mayoría de las producciones industriales del bloque de alimentos y bebidas y en otros productos de consumo masivo, como los detergentes, jabones y productos de aseo personal, y los productos editoriales.

En esta segunda etapa se observó cómo la incidencia de la industria en el crecimiento global sufrió una disminución, pasando de explicar alrededor del 50% de la recuperación a nivel agregado en el primer trimestre 2003, a explicar en promedio el 10% en entre el segundo y tercero.

Este fenómeno tuvo lugar en la medida que la velocidad a la que estaba avanzando la industria se ubicó en torno a tasas más sostenibles en el tiempo.


Perspectivas para 2004
El CEP remarca que actualmente existe un amplio consenso entre los analistas públicos y privados respecto de que 2004 será un nuevo año de recuperación económica, motorizado básicamente por un aumento de la demanda doméstica (consumo e inversión), ya que si bien sería acompañado por una suba de la demanda externa (exportaciones), el efecto de esta última sobre la producción nacional se vería parcialmente compensado por el alza proyectada de las importaciones.

Así, al pensar en las perspectivas de la industria para este año, lo primero que debe tenerse en cuenta es que la misma operará en un ámbito de mejora de la demanda. Sobre demanda interna, se prevé:

* Incremento de la masa salarial: será uno de los factores que alentarán la mejora de la demanda interna en 2004. Se estima que continuará la lenta pero constante recuperación del empleo privado registrada desde fines de 2002 en los principales centros urbanos. Al mismo tiempo que se proyecta una suave alza de los salarios.

* Estabilidad: La mayoría de los pronósticos contemplan como hipótesis de máxima una leve depreciación nominal del peso con respecto al dólar (inferior al 10%), la cual ayudaría a mantener bajo control los precios internos. Esto no sólo se evitaría que se licue la suba nominal esperada del salario, sino que la estabilidad cambiaria y de precios brindaría un contexto de certidumbre, favorable para la toma de decisiones de los agentes económicos.

* Tasas y crédito: Las tasas pasivas en el sistema financiero se mantendrían en niveles bajos este año, lo que reduciría los incentivos de las familias a postergar consumo presente. En lo que respecta al empleo, hay dos factores que permiten ser moderadamente optimistas respecto a su evolución futura. Por un lado, la combinación de crecimiento económico y elevada elasticidad empleo-producto que redundará en un aumento de la demanda laboral y por otro, las perspectivas de los empresarios incluidas en la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo de las que se desprende que lo peor de la crisis ya pasó.


Exportaciones
En cuanto a la demanda externa, los factores que pueden incidir son:

* Viento de cola de Brasil: La pobre performance de la economía brasileña durante el año 2003 y su consecuente impacto negativo en la industrial local parece comenzar a revertirse. Luego de experimentar una marcada reducción durante la primera parte del año pasado, la producción industrial brasileña (principal demandante externo de manufacturas argentinas) comenzó a recuperarse en el tercer trimestre de 2003. Esto, junto al buen comportamiento macro de los últimos meses, ha inducido una revisión al alza en las proyecciones de crecimiento del principal socio comercial para el próximo año, previéndose un aumento del 4,1% en la producción industrial y del 3,6% en el PBI.

* Diversificación: Frente a la mejora de la competitividad externa derivada de la devaluación de la moneda, sumada a la retracción del mercado brasileño, las firmas industriales exportadoras salieron a la conquista de nuevos mercados, lo que dio lugar a que en el 2003 se diversificaran los destinos y ampliara la oferta exportable.


Si bien en términos agregados la industria aún presenta un uso de su capacidad instalada moderado (en torno al 66%), hay sectores que están operando al tope de su capacidad y no estarían en condiciones de aumentar su producción en el corto plazo. En este marco, ¿qué muestran las estadísticas oficiales y cuáles podrían ser los sectores que impulsen a la industria local este año?
Los sectores ligados al mercado interno que en los últimos meses impulsaron la mejora, todavía tienen capacidad ociosa para seguir creciendo, aún sin hacer inversiones. Tanto los productores de bienes de consumo masivo como los productores de insumos de la construcción están utilizando menos de un 80% de su capacidad.

Paralelamente, ramas como la textil y la metalmecánica también tienen algún margen, aunque más acotado. Por último, la producción de automóviles también tiene capacidad ociosa para responder a la mayor demanda del mercado doméstico.

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