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 sábado, 03 de enero de 2004

Agro_Business
BSE: Estados Unidos busca ahora un cambio de reglas

Carolina Pierabella / fyo.com

Estados Unidos, que a fines de diciembre descubrió su primer caso de la enfermedad de las vacas locas, está tratando de conseguir que el mundo vuelva a comprarle carne vacuna después de que más de 20 países suspendieran la importación de ese producto.

Funcionarios de Estados Unidos viajarán a la capital de México la semana próxima para pedirle a ese país, el segundo comprador de carne vacuna estadounidense, que reabra sus fronteras al producto. La suspensión de las importaciones de carne estadounidense ha provocado una caída de 10 por ciento en los precios del ganado de ese país.

Generalmente, un 10 por ciento de la carne vacuna de Estados Unidos se vende en otros países. Las exportaciones de este producto totalizan unos 3.200 millones de dólares por año.

"Nuestro objetivo es que el comercio se reanude tan rápidamente como sea posible", dijo la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Ann Veneman, a principios de esta semana, un punto de vista compartido por la industria cárnica.

El gobierno del presidente George W. Bush anunció algunas medidas nuevas contra la enfermedad. Los funcionarios dijeron que no debería haber dudas de que la carne vacuna de Estados Unidos puede consumirse sin temor.

En el pasado, los países en los que se descubría un caso de la enfermedad de las vacas locas han debido esperar un largo tiempo antes de que las naciones importadoras reanudaran sus compras.

Los funcionarios de Estados Unidos reconocen que están pidiendo más flexibilidad de sus socios comerciales de la que Washington mostró en el pasado, pero afirman que los niveles internacionales han cambiado a medida que los científicos han aprendido más sobre la enfermedad de las vacas locas y cómo controlarla.

"Así que, de hecho, si bien pudimos haber sido parte del problema en el pasado, hemos emprendido un papel muy activo en términos de tratar de cambiar el nivel", dijo Ron De Haven, jefe de la unidad de veterinaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en una conferencia de prensa el miércoles.

En octubre, la Organización Mundial para la Salud Animal, con sede en París y conocida también por sus iniciales en francés OIE, dijo que sus directrices sobre la enfermedad de las vacas locas "nunca sugirieron un embargo total de animales y productos animales que provienen de los países infectados con el mal".

La OIE dijo que los países deben evaluar sus precauciones junto con sus socios comerciales.

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