La Iglesia advierte que la superpoblación es la fuente de los conflictos

Una nueva disputa violenta produjo una muerte en la cárcel de Coronda

Pelearon 30 presos y murió Javier Stay, un rosarino que no tenía condena. Otros dos internos quedaron heridos

Santa Fe.- Un nuevo eslabón en la cadena de reyertas violentas que sacuden la cárcel de Coronda se cobró la vida de un interno y dejó a otros dos con graves heridas. Los reclusos involucrados, que se encontraban procesados, procedían de Rosario. Así lo confirmó el titular del Servicio Penitenciario provincial (SP), Fernando Rosúa, quien indicó que pese a que tanto la Nochebuena como la Navidad pasaron sin inconvenientes. La situación en el penal siempre se mantiene en tensión dada la abundancia de personas allí alojadas.

El preso que murió se llamaba Rosendo Javier Stay. Era rosarino de la zona sur y tenía 26 años. No tenía condena. Recibió seis puñaladas, una de las cuales le afectó un pulmón. Stay fue trasladado de urgencia al hospital José María Cullen pero falleció en la madrugada de ayer por las lesiones recibidas.

Los heridos fueron identificados como Lucas González y Alejandro Farías, quienes permanecen internados con heridas de arma blanca.

El responsable de la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de Santa Fe, el sacerdote Gabriel Carrón, pronosticó que habrá más violencia en el futuro. "Lo que ha pasado en Coronda son cosas que van a seguir pasando mientras la cárcel siga como está". Y alentó a crear estructuras distintas porque no pueden existir penales que tengan 1.600 presos, con un solo director "que frente de tanta gente sin conocer a las personas que dependen de él", estimó.

Rosúa reconoció que las condiciones de superpoblación hacen que el clima sea de tensión. "Incluso que haya dos personas por celdas engendra conflicto. El penal ha dejado de ser un lugar para el tratamiento de los internos -que debe garantizarles acceso al trabajo, educación y recreación- en tanto es crítica la falta de espacio".


TV, pelea y disparos
El director del SP indicó que el incidente se produjo entre varios internos pasadas las 22 del jueves último en el pabellón 12, que es el de máxima seguridad. "Unas 30 personas estaban viendo TV en la planta baja del pabellón. En determinado momento se desató una gresca que la guardia trató de frenar efectuando al aire disparos de posta de goma para que se encerraran en sus celdas y disipar la protesta. Enseguida se verificó que había tres heridos de arma blanca. Las causas de la pelea no se establecieron: impera un círculo de silencio donde nadie quiere decir nada. Tampoco podemos decir que se haya tratado de una disputa regional como otras del pasado, que enfrentan a rosarinos y santafesinos", destacó.

Rosúa manifestó que la superpoblación, estimada en 1.600 internos, "quita espacio para el trabajo, la recreación o el deporte y por otro lado, al haber en la mayoría de los casos dos personas por celda agravó mucho la tensión en el penal, porque se avanza sobre la privacidad de las personas".

La situación de gravedad en los penales de la provincia es de larga data, al punto de que el actual gobernador a poco de asumir su primer mandato declaró la emergencia carcelaria disponiendo la construcción de cárceles, medida que comenzó a aplicarse en la última parte de la gestión de Carlos Reutemann, cuando el número de detenidos se había incrementado.

En tanto, el gobernador Jorge Obeid recibió al responsable de la Pastoral Penitenciaria, quien le planteó su inquietud por la situación de hacinamiento en la que se encuentran los penales. El gobernador estaba acompañado por el designado secretario de Derechos Humanos, Domingo Pochettino, y el asesor José Luis Benaglia

Tras dialogar con el padre Carrón, Obeid manifestó que el encuentro significó "una primera charla", que será seguida por otra reunión pasadas las fiestas a la que se sumará el director del Servicio Penitenciario. El sacerdote sugirió que también se integraran otras personas, entre ellas voluntarios que se desempeñan en el trabajo carcelario.


Aumento explosivo
Obeid anticipó que se diseñará un sistema de funcionamiento dentro de los institutos carcelarios que apuntará a revalorizar el trabajo de quienes se desempeñan en ese lugar, además de controlar que se respeten los derechos humanos.

Sostuvo que el aumento de la población carcelaria ha sido explosivo en los últimos tiempos, por lo que estimó que siempre serán insuficiente los lugares aunque se construyan cárceles todo el tiempo. Manifestó que es necesario introducir reformas a los códigos procesales y a la ley porque "alarma saber que buena parte de los detenidos son procesados, pero no condenados". Agregó que deberán darse a la Justicia "los elementos necesarios para que se puedan acelerar los procesos judiciales".

Los saldos de un motín en marzo pasado.