| sábado, 20 de diciembre de 2003 | Charla en el Café del Bajo -En la noche del 18 de agosto de 1882 Sigmund Freud le escribe una carta al amor de su vida, Martha Bernays. Una carta en la que sobre el final le dice a su novia: "Cuando dos seres humanos que se quieren no encuentran ni los medios ni el tiempo preciso para decírselo respectivamente, es una tragedia". Y agrega: "Tiene que llegar el infortunio o el desacuerdo para que se produzca una definitiva reafirmación de afectos. No se debe ser tacaño con el amor -reafirma el médico- pues la porción de capital que se desembolsa va renovándose a través del gasto mismo. Si no se toca el capital durante demasiado tiempo, disminuyen imperceptiblemente los caudales o se enmohece el candado. En todo caso el tesoro queda allí dentro, pero es inutilizable". Creo que no hace falta explicación del genial texto.
-Freud, el padre del psicoanálisis, está diciendo que si bien es cierto que el amor nace como un sentimiento, es imprescindible hacerlo crecer y modelarlo, de lo contrario, y en el mejor de los casos, queda allí dentro del cofre medio arruinado.
-Así es. Y seguimos hablando del amor en la pareja. Y una lectora, Vanesa, nos ha enviado su opinión respecto de esto que nos hemos preguntado ayer: ¿Qué es el amor? ¿Puede modelarse el amor? Ella dice que el amor no puede definirse. Nuestra amiga dice lo siguiente: "Me tomo el atrevimiento de asegurar que no existe quién pueda definir con palabras exactas qué es el amor. Porque el amor no se define, sino sólo se siente, por lo tanto no creo que se pueda modelar el amor en la pareja. El amor se siente y cuando ya no se siente es cuando ya no está".
-Bueno es una opinión respetable. ¿Qué dice usted, Candi?
-Pues yo respeto la opinión de Vanesa, aunque no la comparto. Si una persona no se detiene en un momento en su vida para reflexionar sobre qué es el amor y no alcanza a definirlo, su suerte estará pendiente del amor-sentimiento y como diversas circunstancias siempre terminan conculcando a los sentimientos el amor terminará enflaquecido. Es necesario no sólo sentir sino asegurar que ese sentimiento perdure. ¿Cómo se logra esto? Bueno, comprendiendo que el amor puede ser definido y que en esa definición encontramos las herramientas necesarias para proteger al sentimiento. Por eso Balzac decía, en consonancia con el pensamiento freudiano: "El amor es también un arte".
-También nos escribió otro amigo, Jorge De Seta. Veamos lo que dice: "Quiero compartir con ustedes esta definición del amor que a primera vista parece muy dura. A mí, al principio, me provocó rechazo porque uno siempre relaciona el amor con un sentimiento: "El amor jamás será un sentimiento, es una actuación". Me parece que significa: "¿De qué vale que yo diga te quiero, te amo si no lo respaldo en los hechos? Los felicito por la columna y hasta siempre".
-Aquí me gusta más, ve. Aun cuando no comparto eso de la actuación, Jorge da en la tecla y habla de "hechos". Hechos para cuidar el sentimiento primigenio. Invitamos a los lectores a que sigan escribiendo a [email protected] y opinen sobre si es posible definir al amor y cómo lo definirían. Mientras tanto, yo reproduzco la palabra autorizada de un psicólogo rosarino de prestigio, como lo es Juan Carlos Carena, que cuando le pregunté respecto de este tema aportó lo siguiente: "Para entender el tema del amor hay un principio, yo diría ontológico; ese principio indicaría que desde el punto de vista biológico, es decir lo que somos como cuerpo; psicológico, es decir nuestra actividad mental y social y cultural (porque esto abarca todo el ser humano) sólo podemos entenderlo si vemos que la pareja cuando se constituye tiene necesidades que le son intrínsecas. El ser humano necesita afecto, necesita apego, cuidado, cariño, compañía. Necesita amor para crecer, para desarrollarse, para ser pleno. Sin estos elementos no hay posibilidad de que el ser humano sea lo que puede llegar a ser. Queda detenido como una planta a la que han dejado de regar, han dejado de cuidar y la naturaleza a través del viento, la hostilidad del ambiente, el sol, la queman y la deterioran. Podría agregar que todo esto es genético, que proviene desde el mismo nacimiento y no es una determinante cultural o social como se habla con cierto lenguaje ideológico actual. Se dice que las cosas vienen porque la cultura y las características del ambiente nos condicionan. No, esto es genético, el ser humano lo necesita tanto como comer, dormir y beber. Así necesita amar, pero el amor con plenitud".
-Creo que Carena es también bastante claro: amar con plenitud es dar aquello que el ser humano necesita y que el psicólogo enumera: afecto, apego, cuidado y cariño. Son los "hechos" a los que se refería Jorge.
Candi II
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