Año CXXXVII Nº 48243
Política
La Ciudad
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 17/12
Autos 17/12
Turismo 14/12
Mujer 14/12
Economía 14/12
Señales 14/12


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 20 de diciembre de 2003

Reflexiones
La evaluación necesaria
Gustavo Alvarez (*)

La provincia de Santa Fe posee en la actualidad, aproximadamente, tres millones de habitantes que en general producen, en un sentido macro, alimentos para varios millones de personas en el mundo. En este contexto es impensable que un 10% de esa misma población sea analfabeta (número que en realidad alcanza al 22% si se toman en cuenta también los analfabetos funcionales, determinados por quienes no han cubierto tres años de escolaridad mínima).

Los distintos gobiernos provinciales que se han sucedido han dejado inconclusa la tarea de dar educación general básica a todos los niños y niñas. Si bien se registra un alto índice de inscripción inicial a la escolaridad, el volumen y ritmo de deserción hacen que queden en el camino números importantes de chicos. Y es necesario pensar que detrás de cada cifra estadística se esconde un niño o una niña que no tendrá un buen futuro en el escenario que se viene y serán los que pasarán a engrosar los nuevos índices del analfabetismo. A ello se suman la desigualdad y los amplios márgenes de exclusión, según la zona geográfica o el medio en el que esté ubicado el establecimiento educativo.

Durante estos veinte años de sucesión de gestiones provinciales no se han generado políticas serias y pertinentes que establezcan medidas integradoras y suficientes, que sean destinadas a generar el apoyo que necesitan los padres de familia para mantener a sus hijos en la escuela o para incorporar y contener a aquellos niños víctimas de la desintegración familiar. Si bien se tomaron algunas medidas y decisiones en materia educativa, su efecto podría compararse con la magnitud de atemperar el dolor de una fractura con una aspirina.

Existe a su vez un severo deterioro de la infraestructura educativa -exceptuando en alguna medida aquellas escuelas ubicadas en municipios que cumplen con el Fondo de Asistencia Educativa (FAE)- que se acentúa por la escasa inversión en esta materia.

Por otra parte, pese a las afirmaciones oficiales, el deterioro salarial de los maestros sigue avanzando, junto con la contracción general del salario golpeada por la última inflación. A lo cual se suma una notable degradación de las condiciones de trabajo y la debilidad de estímulos para su superación profesional, su formación y su capacitación.

El panorama de todos estos años se completa con un cuadro de situación que muestra una escuela abandonada, degradada en su función frente a la sociedad. Por eso una de las tareas más urgentes que deberá tomar el nuevo gobierno será promover la revitalización de la escuela como espacio de aprendizaje.

La comunidad educativa ha mostrado en más de una oportunidad su deseo de un cambio participativo y democrático para la escuela y educación provincial, que se diferencia de lo traumático que significó la aplicación de la ley federal de educación que aún no se alcanza a comprender. Este cambio implica, al mismo tiempo, una amplia movilización de la sociedad en torno a la reorganización del sistema educativo en su conjunto.

Un nuevo enfoque de la educación deberá mantener su carácter laico, democrático y gratuito en todos sus niveles, desde el inicial hasta el superior. Para esto será necesario contar con funcionarios que se arriesguen a dar a la educación un carácter universal, plural, científico, crítico, humanista, libertario y social, para permitir el acceso de todos al saber y el conocimiento.

La escuela sigue siendo una de las pocas instituciones creíbles de la sociedad, y por eso debe continuar preparando el cambio, trasformarse en el espacio donde se podrá renovar y actualizar su caudal de conocimiento e información. Y sus docentes siempre serán las figuras clave en esta tarea.

En este sentido, la preparación y formación docentes deben correr en ese sentido. Esto requiere la incorporación y dominio de recursos técnicos modernos y una remuneración adecuada que permita a los trabajadores de la educación enseñar y actualizarse permanentemente y que sea la base concreta, material del reconocimiento social que la profesión del educador debe tener en todos sus niveles. Esto también dará sentido a la carrera docente. En tanto que es imperioso entender que el verdadero cambio en la educación empieza por jerarquizar a los docentes.

En este mismo orden de jerarquías, es imperioso fijar como meta la formación universal hasta los 18 años, considerando el ciclo completo de EGB y el polimodal. Por otra parte, reconsiderar la relación entre educación, trabajo y producción, a fin de que no sea tomada como un simple adiestramiento para el trabajo, y esté sujeta a los ritmos y a las demandas inmediatas que imponen la industria en expansión o la aplicación de recetas para el desempeño de labores de baja calificación en ramas atrasadas de la producción o los servicios.

Se pretende que los estudiantes, partiendo de las exigencias de la época, puedan dominar la complejidad de los actuales sistemas de conocimiento y producción y se capaciten para poder sustentar su propia participación informada y democrática en las decisiones de una sociedad avanzada.

En la implementación de la EGB, el polimodal y el nivel superior han quedado puesto al descubierto las profundas huellas dejadas por la improvisación manifestada en la aplicación de la ley federal de educación, que muestran desorden y ausencia de perfiles que contemplen las situaciones regionales, las diferencias sociales, económicas y el futuro.

Ante esta perspectiva es necesario promover una evaluación de dicha norma, para revisar esta situación, compartir y analizar experiencias y modernizar en forma racional e integral el funcionamiento del sistema educativo.

(*) Profesor y coordinador general de la Dirección de Educación Municipal

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados