La confesión. Pontaquarto le entregó al juez la lista con los nombres

Frenética búsqueda de pruebas para comprobar los sobornos

Hubo procedimientos en la Side, en el Senado y un allanamiento al domicilio del ex senador Cantarero

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien está al frente de la causa por presunto soborno en el Senado, dispuso ayer una serie de procedimientos en la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), la Cámara alta y un allanamiento en el departamento que el ex legislador Emilio Cantarero posee en avenida Callao casi Posadas, en la Capital Federal.

Previo a estas instrucciones, el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto entregó al juez el papel que aseguró haber recibido el 26 de abril del 2000, de manos de Cantarero, con la nómina de los presuntos beneficiarios de los sobornos.

Casi al mismo tiempo, el ex colaborador del ex senador Remo Costanzo (uno de los acusados), Alberto Fraga Mancini, negó ante el juez toda participación en el reparto de coimas que habría ordenado el ex presidente Fernando de la Rúa para que sea aprobada la ley de reforma laboral. Ante las contradicciones de los testimonios, Canicoba Corral ordenó para los próximos días un careo entre Fraga Mancini y Pontaquarto.

Mientras, el abogado Miguel Almeyra preparó un escrito que presentará hoy a Canicoba Corral en representación de De la Rúa, quien el lunes fue imputado por posible cohecho agravado y ahora tiene prohibida la salida del país.

Almeyra dijo que la confesión del ex secretario parlamentario "tiene una sombra de sospecha que es producto de algo que prefiero no calificar... Pero la mentira tiene patas cortas y confío en que el panorama se va a ir esclareciendo".

Decidido a probar su relato, Pontaquarto entregó al juez el papel que le habría entregado Cantarero con los nombres de los senadores y el monto que le correspondería a cada uno para votar la ley.

Además, el ex funcionario arrepentido protagonizó tres reconstrucciones ordenadas por el magistrado: reconoció el despacho que en abril de 2000 ocupaba el gerente de Finanzas de la Side, Juan Gallea, y mostró el camino que dijo haber recorrido para retirar 5 millones de pesos de una bóveda, horas después de haberse reunido con el entonces jefe de inteligencia, Fernando de Santibañes (ver aparte).

La segunda reconstrucción tuvo lugar por la tarde en el Senado de la Nación, y la tercera se realizó en el departamento de Cantarero, que fue allanado.


"Muchas referencias"
"Pontaquarto va a poder dar muchas referencias, tiene registros telefónicos de conversaciones con Fraga Mancini. Y hay una tercera persona que gestionó estas conversaciones, cuya identidad se mantiene en reserva por una cuestión de protección", sostuvo el abogado Hugo Wortman Jofré, representante de Pontaquarto.

Canicoba Corral, el secretario federal Marcelo Sonvico y los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado confiaban en que Fraga Mancini se convirtiera en el segundo "arrepentido" de la causa, pero el ex secretario de Costanzo desmintió a Pontaquarto.

Según Pontaquarto, Fraga Mancini le había manifestado su deseo de "blanquear la situación", pero ante los investigadores el ahora colaborador del bloque del PJ no corroboró la escandalosa historia que relató el viernes el ex secretario parlamentario.

El juez, en tanto, ordenó un rastreo telefónico para chequear datos aportados por Pontaquarto, quien pretende demostrar, por ejemplo, que en abril de 2000 mantuvo constantes diálogos con De Santibañes y Fraga Mancini, entre otros, pese a nunca antes se habían contactado.

Y resolvió ordenar la práctica de una pericia caligráfica sobre el papel que ayer suministró Pontaquarto en los tribunales y que, para el "arrepentido", constituye una suerte de "certificado" que le habría entregado Cantarero luego de contar los cinco millones de pesos destinados al pago de sobornos.

Sobre un papel de alto gramaje fueron escritos, según Pontaquarto, los nombres y/o apelativos de los entonces senadores Augusto Choclo Alasino, Alberto Beto Tell, Remo Costanzo, Julio San Millán, Beatriz Raijer, Carlos de la Rosa, José Luis Gioja y "otros".

Pontaquarto fue llevado hasta el Senado.