Raid de una banda de delincuentes en la zona norte de la ciudad

Balean a dos clientes en un súper y huyen llevándose sólo 20 pesos

Fue en bulevar Rondeau al 700. Tres maleantes llegaron en una moto y actuaron con inusitada violencia

Ariel Etcheverry / La Capital

Dos violentos asaltos a supermercados barriales perpetrados con escasos minutos de diferencia dejaron como saldo dos personas baleadas y una tercera con una herida cortante en la cabeza producto de un culatazo. La de ayer fue una mañana de mucha violencia y tensión para los vecinos de bulevar Rondeau al 700 y Warnes al 1600, lugares donde se alzan ambos comercios. El botín fue algo de dinero que había en las respectivas cajas y dos motos que estaban afectadas al servicio de delivery de uno de los locales. Sobre los maleantes que cometieron los golpes la policía no tenía pistas firmes, aunque sospechaban que se trataría de una banda que llevó adelante un raid que habría incluido también el robo a una casa de familia ubicada en Avellaneda al 300 bis (ver página 31).

El primero y el más grave de los episodios ocurrió a las 9 de ayer en el supermercado Mar Fer, de bulevar Rondeau al 700. El titular del negocio es el secretario de la Unión de Almaceneros de Rosario, Rodolfo Peloso. "Este fue el octavo asalto que sufrimos en el local, pero nunca me asusté tanto. Monetariamente fue el que menos nos perjudicó, pero ésto pudo ser una desgracia", comentó el hombre poco después de que los ladrones huyeran y dejaran a dos clientes baleados en el piso.

Fue un susto con mayúsculas para Peloso, quien trabaja junto a su familia. No sólo porque casi matan a dos vecinos suyos sino también porque tuvo que tolerar que uno de los hampones jalara del gatillo dos veces a menos de un metro y medio de distancia. De casualidad, el arma no funcionó y él sobrevivió para contar la historia. Y a simple vista se notaba ayer que el trance fue terrible porque le temblaba la voz y las piernas al narrar lo sucedido.

Eran poco más de las 9. En el local estaban Peloso, Silvia (su mujer), una sobrina, clientes y proveedores. En total eran cerca de 10 personas. Recién habían abierto al público cuando llegaron tres delincuentes en motocicleta. Uno se quedó sobre el rodado y dos avanzaron sobre el sector de la caja. Primero encañonaron a la empleada. La chica no se resistió y entregó los primeros 20 pesos que había recaudado en el día. Pero esto no conformó a los hampones y uno de ellos intentó arrebatarle la cartera a Marina Ricardi, una vecina de Marull al 500, que hacía sus compras. La mujer entonces se resistió y comenzó a gritar pidiendo auxilio mientras forcejeaba con el caco. El alboroto llamó la atención de Peloso y su mujer, que estaban en una oficina con unos proveedores.

Cuando salieron para ver qué sucedía vieron que el maleante ya sujetaba a la mujer por el cuello. En eso, Felipe Atencio, un policía retirado que vive en el barrio y es cliente habitual del comercio, aprovechó una distracción para lanzarse sobre el delincuente. Esa acción hizo que la mujer se liberara. Lo que siguió fue una secuencia violenta de pocos segundos. El asaltante que estaba parado sobre el umbral, al ver lo que sucedía y que su compinche había sido sorprendido, avanzó sobre Atencio y le aplicó un culatazo en la cabeza. No contento con eso, le pegó un tiro en la pierna.

Después encañonó al dueño del súper, quien trataba de ayudar a Ricardi a levantarse del piso. El maleante gatilló dos veces, pero el arma no funcionó. Después le apuntó a Marina y esta vez el artefacto no falló. Una bala le impactó a la vecina a la altura de la ingle. Frente a ese desenlace, los hampones optaron por escapar en la misma moto en la que habían llegado. Según los testigos se trataría de una Yamaha roja en la que salieron a toda velocidad por Rondeau en dirección al norte.

Los vecinos están cansados de los robos.