Ayuda de la Unión Europea a comedores del norte argentino

Unos mil comedores populares del norte argentino podrán mejorar sus instalaciones y desarrollar sistemas para producir alimentos gracias a un aporte de 12 millones de dólares que comprometió ayer la Unión Europea (UE) en un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social.

El dinero será desembolsado a lo largo de los próximos 21 meses y las negociaciones para el convenio apenas demoraron seis, indicó la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

La funcionaria y el representante de la delegación de la Comisión de la Unión Europea en Argentina, Angelo Sparcratis, coincidieron en que la idea no tiene un fin asistencial, sino que apunta a que "cada familia vuelva a comer en su casa".

En ese contexto se firmó ayer el convenio de financiación del programa Apoyo a Proyectos Alimentarios Comunitarios (Apac). El secretario de Políticas Sociales del Ministerio, Daniel Arroyo, sostuvo que "este no es un programa más sino que forma parte de una estrategia central destinada a lograr la reinserción en el mercado de trabajo". El objetivo del plan es "producir alimentos, fortalecer los núcleos sociales y mejorar las capacidades", añadió.


Alumnos cordobeses sin asistencia
El gobierno cordobés cerrará durante enero y febrero los comedores que funcionan el resto del año en las escuelas de la provincia, a las que asisten unos 230 mil chicos de escasos recursos, aunque a cambio se entregarán alimentos a los jefes de hogar. Por su parte, el intendente de la ciudad de Córdoba, Luis Juez, ordenó mantener abiertos los comedores de las escuelas municipales.

En el ámbito nacional, la directora del Plan de Asistencia Integral Córdoba (Paicor), Graciela Cabassi, dijo que la asistencia en los comedores será reemplazada durante el verano por "módulos alimentarios" que se les entregarán a los jefes de familia. "Una cosa es lo que sucede durante todo el año y otra es lo que ocurre en verano, cuando los chicos van nada más que a comer al colegio, pues generalmente optan por ir a comedores comunitarios o se quedan a comer en la casa, si es que la mamá tiene posibilidades de cocinarle algo", interpretó Cabassi al fundamentar la polémica decisión. (Télam)