Entre villancicos, el público hizo suya la noche en el Monumento

Fue un encuentro de la gente con un espectáculo que ya le es propio. El repertorio ayudó y las expectativas se colmaron

Fue una noche de encuentro entre el público y un espectáculo que ya le es propio. Después de 15 años ininterrumpidos y por primera vez en el emblemático escenario del Monumento a la Bandera, el espectáculo "Cantemos la Navidad" cumplió su objetivo: que la platea cantara los villancicos y se convirtiera en protagonista.

La gente comenzó a llegar al patio cívico con la caída del sol, y ya había llenado el lugar cuando comenzó a sonar a cargo de la orquesta la obertura escrita por Néstor Mozzoni, que inició el espectáculo.

El clima se tornó más participativo cuando comenzaron los villancicos tradicionales, que la gente pudo acompañar no sólo porque se repartieron cuadernillos con las letras, sino porque se trata de un público que sigue al espectáculo desde hace años. "Ya no tenemos que enseñárselos, los conocen y los vienen cantando, esto nos ha permitido ampliar el repertorio que entonamos con el público", dijo el maestro Cristián Hernández Larguía.

Del espectáculo participaron el Pro Música de Rosario, el Coro Estable en todos sus niveles (adultos, juvenil y niños) y una orquesta de músicos invitados.

Después de 30 números, entre villancicos populares españoles, italianos y latinoamericanos, obras de Bach alusivas a la Navidad, el "Aleluya" de Haendel, el "Huachi torito", los números de "La Navidad nuestra" de Ariel Ramírez, y los negrospírituals, la noche se cerró con el tradicional "Noche de Paz" entonado por el público.

Este espectáculo tiene su historia. Lo comenzó hace más de dos décadas el Pro Música, y desde hace 15 años tomó otro impulso cuando la compañía La Segunda comenzó a auspiciarlo y a darle amplia difusión. Los últimos años se hacía en las escalinatas de parque España, hasta que consiguió este año ocupar el privilegiado patio cívico del Monumento.

"La idea es presentar un panorama representativo de distintas regiones y épocas, pero sobre todo que el público cante, que el espectáculo se traslade del escenario a la platea", remató Hernández Larguía, con el placer del deber cumplido.

El espectáculo se trasladó al patio cívico.