| domingo, 07 de diciembre de 2003 | Volvió una noche Central le ganó a Gimnasia en La Plata Mauricio Tallone / Ovación (La Plata - Enviado especial) Al final, aquel Central que supo pasear su aureola de equipo confiable seguía palpitando debajo de la versión oxidaba que lo había atenazado en las últimas fechas. Los muchachos de Russo no estaban desactivados ni se habían fundido. Antes de que fuera demasiado tarde, escucharon la alarma y ante Gimnasia se despojaron de todas las dudas que venían trayendo con la misma metodología que se les conoció en los buenos momentos.
De todas las responsabilidades que debían asumir, los canallas cumplieron con las de ganar, justamente la que siempre se muestra ineludible a la hora de enderezar un rumbo que amenazaba con extenderse en la adversidad.
Central no lo desmoralizó ni lo destruyó con un juego avasallante a Gimnasia. Su estrategia fue desarmarlo de a poco, con paciencia y profundidad. Es más, si algo hubo que le sobró al equipo de Russo para quedarse con el triunfo fue capacidad para interpretar lo que le demandó el partido. Y en eso mucho tuvo que ver la gran actuación de Ezequiel González y las de algunas prestaciones individuales.
El desequilibrio del Equi fue la punta de lanza, la locomotora a la que se enganchó todo el equipo. A partir de esa premisa, Central avanzó decididamente sobre los flancos débiles que ofreció Gimnasia y en la primera llegada seria vino la apertura del marcador. Mariano Messera envió un centro al área, motivó el mal despeje de la defensa tripera y la pelota le cayó al Equi para marcar las reales diferencias que entregaba hasta ese momento el trámite.
Para ese instante la superioridad de Central era tal que no había partido posible, si por esto se entiende confrontación de fuerzas. Por eso el juego tuvo una única dirección: la que le marcaban los canallas. Se adueñaron de todo, de la pelota, del control estratégico y del segundo gol, que llegó gracias a una volea de Cámpora tras un centro de Belloso.
En el complemento se esperaba que el sermón del Viejo Timoteo y los ingresos de Bartelt y Germán Castillo hicieran reaccionar a los locales. El descuento de Choy González acertó las cifras pero no cambió la imagen anárquica colectivamente hablando que ofrecía Gimnasia. Para contrarrestar todo esto Central se hizo un equipo muy generoso en entrega y pulmón, y aguantó los últimos embates con la seguridad de Gaona. Además los ingresos oxigenados de Rivarola, Ruggiero y Claudio González le dieron el aire que necesitaba para asegurar el dominio territorial.
En definitiva, este Central que llegó al Bosque dinamitado en su autoestima, hizo de los 90 minutos frente a Gimnasia un motivo para arañar posiciones y recomponer su rumbo en el Apertura. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El abrazo canalla para festejar el primer gol. | | |