Nacional de Clubes

Duendes bailó a Newman en su cancha de Benavídez

El campeón del interior sumó su segunda victoria en el torneo y lidera su grupo

Pablo F. Mihal / Ovación (Buenos Aires - Enviado especial)

Duendes consiguió su segundo triunfo consecutivo en la décima edición del torneo Nacional de Clubes. Y lo hizo de manera categórica, al vencer de visitante a Newman por 60 a 27.

El marcador habla a las claras de la supremacía que tuvo el equipo del barrio Las Delicias a lo largo de los 80 minutos. Los argumentos que esgrimió el equipo dirigido por Tato Imhoff, Raúl Pérez y Gastón Conde fueron varios, desde la solidez en la mayoría de las formaciones (sobre todo en las fijas) hasta la inteligencia de llevar el juego hacia los carriles que más le convenían.

Desde el inicio fue un constante ir y venir de ingoal a ingoal, con un ritmo vertiginoso de juego que sólo decayó en algunos pasajes. El fantasma de Las Delicias pegó primero cuando recién transcurría el minuto de juego pero Newman respondió casi inmediatamente, intentando poner de manifiesto que era un hueso duro de roer, pero con el correr de los minutos quedó demostrado que no fue así.

Duendes llegaba al try con mucha facilidad y fue estableciendo una diferencia notoria en el marcador ante un equipo que no tuvo respuestas para frenar semejante accionar. En los primeros 40 minutos los verdinegros alcanzaron seis veces el try y lo hicieron por distintas vías, a través del juego de forwards, con algún maul mediante o bien con la ductilidad de los tres cuartos, dejando en el camino la marca rival y anotando conquistas de excelente factura.

Un signo distintivo de este período fue la solidez en las formaciones fijas, tanto en el line out como en el scrum, Duendes manejó el partido a su antojo, capturando pelotas propias y robando una gran cantidad de ajenas.

La presión que ejerció sobre el equipo anfitrión también rindió sus frutos, ya que en innumerables oportunidades logró que el dueño de casa perdiera pelotas por fallas en el control o en el manejo.

En el complemento Newman intentó vender cara la derrota y salió más decidido a tener presencia en el marcador. En parte lo consiguió pero el partido hacía rato estaba definido. Con inteligencia, Duendes reguló los tiempos y cuando aceleró, hirió. Los cambios, la mayoría en el complemento, no resintieron el accionar de la maquinaria verdinegra, que a una semana de la finalización de la primera fase lidera su grupo con comodidad y piensa en un lugar en las semifinales.

Duendes continúa encendido.