| domingo, 02 de noviembre de 2003 | Los anglicanos consagran a su primer obispo gay La imposición generó en la Iglesia Episcopal de EEUU una tensión que amenaza terminar en cisma La Iglesia Episcopal estadounidense consagrará hoy a su primer obispo abiertamente homosexual, lo que amenaza con provocar un cisma en la comunidad anglicana, con 70 millones de fieles en todo el mundo.
Los seguidores del obispo homosexual Gene Robinson esperan un gran número de manifestantes, aunque la consagración amenaza con provocar un remezón más allá de la Universidad de New Hampshire, en Durham, donde será realizada.
Robinson, divorciado y padre de dos hijos, está dispuesto a seguir con la ceremonia pese a las advertencias de los líderes mundiales de la Iglesia Anglicana reunida de emergencia en Londres, que consideró que su consagración podría causar una peligrosa ruptura en la institución.
Tan vehemente es la oposición a que un obispo abiertamente homosexual sea consagrado que Robinson, de 56 años, tiene protección policial y ha recibido numerosas amenazas de muerte.
Aunque Robinson ha recibido intensas presiones de su diócesis para renunciar a su nominación, considera que su consagración despejará el camino a otros obispos homosexuales. "Sospecho que se recibirán abiertamente a personas gay y lesbianas en posiciones de liderazgo (dentro de la Iglesia). Pido por ello", dijo Robinson.
Esta posibilidad escandaliza a los conservadores anglicanos, especialmente a los jerarcas de los países en desarrollo, muchos de los cuales se mantienen pegados a la opinión tradicional que asegura que ser homosexual es pecado.
La reunión de emergencia de Londres el mes pasado reunió a primados venidos de 38 provincias autónomas (divisiones geográficas) incluyendo Australia, Canadá, Nigeria, Pakistán, Uganda y Estados Unidos, que forman la Comunión Anglicana, una comunidad de iglesias diseminadas en más de 160 países.
Ironía En un comunicado emitido al final de ese encuentro, el clero anglicano advirtió que esta consagración pondría en riesgo el futuro de la iglesia.
"Es una ironía que mientras nosotros celebramos hoy esta nueva reciprocidad, los anglicanos estemos igualmente confrontados a nuevas tensiones y divisiones" que amenazan con causar una "peligrosa ruptura con lo que nosotros consideramos la ortodoxia y el orden", declaró el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.
Robinson, sin embargo, insiste en que la tradición de tolerancia de la Iglesia Anglicana podría evitar un cisma.
"El gran regalo que damos al mundo es que somos capaces de mantener una gran diversidad de opiniones sobre varios temas mientras mantenemos nuestra fe en Jesucristo como pilar y lo que nos une es el cuerpo de Cristo. Así que creo que no hay razón para alejarnos", dijo.
Hace unos meses, Peter Akinola, arzobispo de Nigeria, atacó la ordenación de obispos homosexuales y advirtió que la iglesia podría dividirse sobre el tema. (AFP) enviar nota por e-mail | | |