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 lunes, 06 de octubre de 2003

El ex jefe de la Federal analiza la estrategia para su defensa

El relevado jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino, llegó anteayer a Buenos Aires y se comunicó de inmediato con buena parte de su ex cúpula policial y empezó a diagramar su estrategia en esta dirección: intentará demostrar que los contratos que beneficiaron a sus familiares, y por los que fue dejado en la calle, estaban convalidados por el Ministerio de Justicia.

Los primeros movimientos de Giacomino fueron los de un herido con bronca. Lo mismo corre para su entorno de policías, que apenas llegó a Ezeiza logró sacarlo de la pista de aterrizaje por una salida VIP, para así evitar a los fotógrafos y camarógrafos que lo esperaban en el hall del aeropuerto. Luego lo seguirían en camionetas y autos de vidrios polarizados hasta su country de Cañuelas.

Giacomino había salido en la madrugada del sábado del aeropuerto de Barajas, Madrid. Estaba en Europa desde hacía una semana y el miércoles fue notificado de que debía dar un paso al costado. Se lo comunicó por teléfono el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, ante las pruebas, reveladas por una investigación del diario Clarín, de que había concedido contratos por dos millones de pesos a empresas de familiares suyos. También se habrían comprobado sobreprecios en el servicio contratado de un sistema informático del Hospital Churruca.

Según dijo un allegado de Giacomino, su fastidio derivaría en una pelea hacia arriba, es decir que "intentará comprobar que un decreto de Juanjo (por Juan José Alvarez) avaló los contratos".

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