 | lunes, 06 de octubre de 2003 | Algo de paz River le ganó a Olimpo 3-0 y respira La actuación fue más bien deslucida, pero River al menos logró emerger de una de sus semanas más traumáticas del año. El 3-0 que consiguió ante Olimpo le permitió volver a la victoria luego de 6 fechas y le dio un poco de aire a su técnico Manuel Pellegrini, quien había quedado en el ojo de la tormenta por el mal arranque del equipo en el torneo Apertura.
River quedó a 8 lejanos puntos del líder Boca, que tiene un partido menos jugado. Pero el triunfo le viene muy bien para descomprimir tensiones y para afrontar sin tantas presiones el desquite del miércoles próximo ante Independiente por la Copa Sudamericana.
Olimpo, que sigue último en la tabla y muy comprometido con el descenso, fue un rival digno, pero endeble, demasiado frágil como para pretender salir indemne del Monumental.
La tarde empezó mal para River, que se quedó sin Marcelo Salas cuando apenas habían transcurrido tres minutos por una lesión. Sin embargo, el destino quiso que su reemplazante, Cavenaghi, fuera el autor de los dos goles con que los millonarios se retiraran en ventaja al vestuario.
River había hecho poco y nada cuando logró la primera diferencia, a los 14. Es más: tres minutos antes, Pablo Mannara había estado cerca de la apertura con un zurdazo. Pero Medina lo bajó innecesariamente a Domínguez y Cavenaghi cambió el penal por gol.
Olimpo, que intentó jugarle de igual a igual, estuvo cerca del empate en dos ocasiones: una palomita de Mannara que tapó Germán Lux y un disparo de Manfredi que se estrelló en el travesaño.
River era más voluntad que fútbol, más esfuerzo que ideas claras. A tal punto que recién volvió a llegar a los 40, y fue para ponerse 2-0: contragolpe que encabezó el Chori, continuó en Ferreyra y finalizó con el toque goleador de Cavenaghi.
River se agrandó en esos minutos finales y antes del cierre de la etapa casi aumenta, pero Ferreyra, solo, le pegó mordido.
En el arranque del complemento, Olimpo manejó un poco más la pelota y merodeó con cierta insistencia los alrededores del área local. El jugador más peligroso de la visita resultó el grandote Alejandro Delorte, quien con sus cabezazos inquietó en un par de oportunidades a Lux.
River en ningún momento se dejó encerrar, pero jugó con piloto automático y sus incursiones ofensivas fueron esporádicas. A los 32', Páez le cometió una infracción a Darío Husaín y se fue por doble amarilla.
En el final, a los 41, Mascherano habilitó en profundidad a Ferreyra y el juvenil se anticipó con su toque goleador a Vivaldo, que le metió un planchazo en el pecho. River volvió a ganar. Y aunque parezca mentira, el triunfo es noticia. (DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Ferreyra marca el tercero, Vivaldo sale mal. | | |