 | lunes, 06 de octubre de 2003 | Cuantiosas pérdidas por la sequía en la zona central del país Más de 25 mil bovinos y 45 mil caprinos muertos, pérdidas totales en algunos cultivos de trigo y atraso en la siembra de granos gruesos (maíz y soja) son los principales daños provocados por la sequía en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza y San Luis, según estimaciones de los productores agropecuarios.
"Las cifras varian constantemente pero, hasta el momento, estimamos que la sequía mató más de 15 cabezas de bovinos y 45 mil caprinos entre el sur y oeste de Mendoza y San Luis", dijo a Télam, Alberto Lasmastres, productor agropecuario de San Rafael, Mendoza.
La mortandad de caprinos "refleja además de la pérdida económica un grave problema social porque en este rubro la mayoría son pequeños productores que perdieron todo y aunque le perdonen el pago de impuestos, no tienen cómo sobrevivir", advirtió el ruralista.
"En el sur mendocino las tierras son de secano y en lo que va del año llovió 66 milímetros, contra 300 milímetros de promedio anual, con el agravante de que en los últimos años había llovido de unos 550/600 milímetros, lo cual alentó la carga de vacunos que ahora están muriendo por falta de agua y pastos", explicó Lasmastres.
Señaló también que la falta de humedad "retrasa la siembra de granos gruesos (maíz y soja)" cuya fecha óptima va de la segunda quincena de setiembre a la primera de octubre "lo cual significa que aunque ahora llueva y se siembre habrá menores rindes y baja producción".
Por su parte Vicente Barreix, director rural del Distrito 5 de La Pampa dijo que en la provincia "la mortandad por sequía supera los 6.000 vacunos" y que el "viento norte que esta soplando a más de 30 kilómetros por hora y las altas temperaturas están terminando de calcinar los cultivos".
El directivo puntualizó que los departamentos más castigados son los de Conelo y Rucanelo en el noroeste provincial y también el de 25 de Mayo donde se registran "fuertes perdidas" en ganadería con el "sindrome de la vaca caída" que se manifiesta cuando el animal "llega al límite de sus fuerzas por falta de alimentos".
Barreix indicó que "algunos productores practican cesáreas para apurar el parto de las vacas antes de que mueran pero luego hay que encontrar otra vaca que haya parido recientemente y tenga calostro para alimentar al ternero, de lo contrario la cria se muere".
La afligente situación "obliga a los remates forzados de hacienda, donde se venden a 170/200 pesos animales que cuestan de 800 a 1.000 pesos", agregó.
El gobierno de La Pampa dictó la "emergencia agropecuaria" para el 70 por ciento del territorio provincial, pero Barriex estimó que "en estas condiciones, la semana próxima, la emergencia será para la totalidad de la provincia".
Una situación similar se observa en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires donde "la cosecha fina (trigo) está prácticamente perdida" y la "gruesa no se puede implantar porque, sin humedad, no se puede trabajar la tierra, segun testimonio de Carlos Vila Moret, de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
"En Pringles, Carhué, Coronel Dorrego y Laprida, llovió un tercio del promedio anual", indicó.
En estos partidos "la mortandad de los terneros nacidos entre agosto y setiembre pasados es muy alta y las consecuencias para la ganadería van a ser muy graves porque en estas condiciones es imposible preñar a las vacas y en 2004 caera un 50 por ciento la parición", pronosticó. (Télam)
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