 | lunes, 06 de octubre de 2003 | Si pierdo que me devuelvan la libertad Conociendo la historia del Estado argentino de despojar a los previsores, decidí escapar del agujero negro del sistema de reparto y afiliarme a una AFJP para que manejara mis ahorros previsionales. Lamentablemente mis ahorros siguieron estando al alcance del Estado, quien me obligó compulsivamente a invertir en déficit fiscal, cuando en realidad hubiera preferido invertir en emprendimientos productivos creadores de trabajo y riqueza. Mi inversión en deuda pública no generaba riqueza. La destruía. Y su renta provenía de más deuda, ya que era obvio que mientras persistiera el déficit no habría recursos genuinos para afrontarla. Ojalá hubiera tenido la suerte del presidente Kirchner. A diferencia de mi AFJP, él sí pudo disponer libremente de los fondos de las regalías petroleras de su provincia de Santa Cruz. Nadie lo obligaba a invertir esos fondos en déficit del Estado argentino. Gracias a esa libertad pudo poner su dinero a salvo de mis ineficientes e insolventes deudores. No importaba que en Luxemburgo, Suiza o Nueva York esos fondos no estuvieran disponibles para dar crédito a los empresarios locales. Quiero que el Estado argentino respete su compromiso contraído y asuma el 100% del capital y los intereses que me adeuda. Pero si me toca perder, exijo que se me devuelva la libertad de hacer con mi dinero lo que yo quiera. Ni sistema de reparto ni AFJP. Quiero tener la libertad de llevarme mi fondo buitre a donde me plazca. Igual que el presidente Kirchner.
Guillermo Fajardo, ingeniero industrial
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