San Juan: Miradas al cielo

Avistaje de estrellas desde la planicie Pampa El Leoncito, a 2.300 metros de altura

La excursión "Al cielo del mundo" es un programa turístico que comenzó este año y que se realiza en las noches oscuras de luna nueva, en Barreal, localidad de la precordillera andina de San Juan. A 2.300 metros de altura, donde el cielo es absolutamente diáfano (dicen que es el más límpido del país) se realiza el avistaje de estrellas desde la extendida planicie Pampa El Leoncito. Esa planicie de diez kilómetros de largo y tres de ancho, que aparece como un manchón claro entre los picos cordilleranos, es una de las pocas geografías del mundo aptas para la práctica del carrovelismo. Se trata de una superficie terrestre que fue el fondo sedimentado de una antiquísima cuenca lacustre.

El avistaje, ya cerca de la medianoche, es una ceremonia emocionante y silenciosa. La sensación es la de estar en el medio del cielo, mirando las estrellas que aparecen y desaparecen, y las que emprenden viajes fugaces, repentinos.

El momento puede definirse como una experiencia hedonista. Una sensación que se potencia por un bien provisto "open bar", donde no faltan los buenos vinos de San Juan, el champagne, los bocaditos y el café, ni tampoco un solitario saxofonista.

Los registros climatológicos demuestran que en este lugar del departamento sanjuanino de Calingasta hay más de 300 días despejados al año; por eso no es casual que haya allí dos observatorios astronómicos: El Leoncito y Dr. Carlos Cesco. En este último, los astrónomos disipan, en una visita de tres horas, las dudas de los turistas, que preguntan especialmente por los meteoritos, los agujeros negros, el big bang -la explosión que originó el universo- y el misterio de las órbitas de Júpiter. Inquietudes simples que son respondidas con rigor científico por los especialistas del observatorio que está dentro del Parque Nacional El Leoncito.

La excursión también llega hasta el Refugio de Vida Silvestre Los Morrillos, al pie de la cordillera de Ansilta. Su nombre deriva de los pequeños morros que están sobre el faldeo de ese cordón montañoso, en cuyo punto más visible hay enormes cuevas naturales que los pueblos nativos usaron en tiempos remotos. Para llegar desde Barreal a Los Morrillos es preciso recorrer un trayecto de tres horas en camionetas todo terreno, por un camino que sube lento y seguro, pasando por cultivos de manzanas y membrillos. Durante el recorrido se suelen avistar manadas de guanacos y suris cordilleranos -pequeños ñandúes de la puna-, y cactus, jarillas y retamo, que achican sus hojas para no perder humedad y generan grandes raíces para tener agua bajo la tierra.

Desde la altura el Mercedario y el Aconcagua emergen majestuosos, y las vegas son tapices vegetales que esconden cursos pequeños de aguas claras. Se pueden ver cuevas con petroglifos y extrañas pinturas que dejaron las culturas Ansilta y Fortuna, de las que se recuperaron 17 momias con sus ajuares funerarios y armas.

Esta excursión es de 3 noches y 4 días. Las próximas salidas son el 23 del corriente, el 27 de noviembre y el 18 de diciembre. Para más información comunicarse con el teléfono: 0264-4211449.