Con ganas y sacrificio, hombres y mujeres casi analfabetos dieron "un paso gigantesco"

Liliana Falcón, asistente social de la comuna de Ibarlucea, señaló que además de aprender a trabajar, muchas mujeres y hombres que eran analfabetos están estudiando y ya aprendieron a leer, escribir y hacer cuentas. "Dieron un paso gigantesco", resumió.

La profesional contó a La Capital que el gobierno de Ibarlucea, encabezado por el recientemente reelecto Juan José Prino, también lleva adelante un proyecto de mejoramiento de viviendas. "Se juntaron cinco familias, generalmente numerosas, y entre ellas se dan una mano para arreglar sus casas de a una por vez", explicó.

El asesoramiento técnico está a cargo de la administración comunal que sólo invierte unos 300 pesos mensuales. "Una vez finalizados los arreglos de una casa, continúan con las restantes hasta finalizar el grupo. Luego se buscan otras familias para hacer otra rueda". añadió.

Falcón también contó que hay algunas familias muy pobres que no quieren participar de estos emprendimientos ya que están acostumbrados a vivir de la asistencia pública y les es más fácil mandar a los chicos a mendigar por las calles del pueblo.

"Cuando se abrió uno de los centros comunitarios, por primera vez en la historia del pueblo, se acercaron unas cien familias pero cuando fueron viendo la mecánica de trabajo, que consiste en no dar limosnas sino beneficios a cambio de trabajo e intercambio, algunas se fueron alejando", acotó Prino, para agregar: "Es comprensible. Siempre recibieron todo de arriba y no conocen otra cosa, pero de a poco los vamos a ir integrando para su progreso y el de toda la comunidad".