Peregrinación a Luján

Decenas de miles de jóvenes iniciaron ayer, bajo un cielo plomizo y amenazante de lluvia, la marcha rumbo a la basílica nacional de Nuestra Señora de Luján, con rezos por el Papa Juan Pablo II y como gesto de solidaridad hacia los más pobres. La columna principal, con la "imagen cabecera" de la Virgen, partió al mediodía de Rivadavia y General Paz, previa bendición de monseñor Jorge Lozano, obispo auxiliar de Buenos Aires, en el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.

"Pidámosle a la Virgen poder crecer en solidaridad y fraternidad y, como dijo el cardenal (Jorge) Bergoglio el 25 de mayo pasado, pongámonos la patria al hombro. Esa es la consigna permanente", convocó el prelado en medio de aplausos y vítores a la patrona de la Argentina.

El grueso de la caravana de fe espera arribar a Luján hoy a las 6 para escuchar, una hora después, la misa que presidirá el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio.

Al promediar la tarde, la imagen original de Nuestra Señora de Luján fue bajada al interior del templo para que sea venerada por los peregrinos que desde ayer están llegando al templo de la patrona de la Argentina.

En grupos numerosos o más pequeños, todos los que se animan a marchar llevan sus peticiones y agradecimientos a la Virgen Gaucha, como también se la conoce.

El Pontífice está en la mayoría de los ruegos, como lo subrayó un sacerdote de la parroquia San José: "Lo vamos a tener muy en cuenta entre nuestras peticiones". Pero también se pide paz, pan y trabajo, o por la salud de algún enfermo.

La mayoría son jóvenes, con claras identificaciones de los colegios o comunidades parroquiales a las que pertenecen. (DyN)

Una muchedumbre inició la marcha.