| domingo, 05 de octubre de 2003 | Un agradecimiento frente al dolor Los compañeros de trabajo de Mónica Graciela Farath queremos hacer llegar nuestro sincero agradecimiento a las personas que desinteresadamente escucharon nuestro pedido de ayuda, sin siquiera mediar un conocimiento personal. Nos referimos a la doctora Sciutto, que con sólo escuchar telefónicamente lo que le estaba ocurriendo a Mónica nos envió en forma inmediata ayuda médica, como también a la doctora Rodríguez, que nos agilizó los trámites. A Oscar, de Amecro, y a Mónica de la oficina coordinadora de Osecac, del Hospital Español, que nos enviaron sin demora todas las veces que hizo falta una ambulancia, y a todos los empleados de Osecac. A Lucía, la telefonista, a la gente que atiende en los escritorios y a las empleadas de la Asociación Empleados de Comercio, de quienes no conocemos sus nombres, pero que siempre nos escucharon e hicieron lo que estuvo a su alcance. Y, muy especialmente, al doctor Juan Carlos Salman y su señora, Liliana, que aunque nunca nos hemos visto personalmente, sentimos un profundo respeto por su accionar tan humano y afectuoso. Lamentablemente, Mónica ya no está entre nosotros. Falleció el 12 de setiembre último en el Santorio Delta, para el que no tenemos muchas palabras de elogio, porque allí no siempre actuaron como debieron hacerlo. Pero a nosotros, sus compañeros de trabajo, nos queda la tranquilidad espiritual que sólo da el deber cumplido.
Laura, Luis, Cristian y Mirta.
DNI: 13.032.552
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