| miércoles, 10 de septiembre de 2003 | Una familia fue víctima de un nuevo robo en barrio Fisherton Se llevaron joyas y un auto de Morrison al 7600. Es el tercer caso en dos meses El incesante ir y venir de los albañiles que realizan refacciones en una vivienda de Fisherton en plena tarde fue aprovechado por dos delincuentes para ingresar al lugar y apoderarse rápidamente de algo de dinero, joyas y anillos y trascartón llevarse el auto de la dueña de casa. El atraco, que no pasó a mayores en cuanto a las víctimas, cayó como un balde de agua fría en una zona residencial que de a poco se acostumbra a las violentas irrupciones en casa de familia: con el de anteayer ya suman tres los atracos a mano armada que se producen en menos de dos meses a pocas cuadras uno de otro, en una zona donde hay vigilancia privada en horarios nocturnos.
El lunes, alrededor de las 17, Claudia Trivella, de 38 años, se encontraba en compañía de su hijo menor, de 5 años, y su madre. La casa donde siempre vivió queda en Morrison 7671, casi esquina Donado, en pleno barrio Fisherton. La vivienda es de dos plantas, tiene un pequeño jardín en su frente y desde hace un tiempo dos albañiles trabajan allí en reformas.
Quizás para no entorpecer el funcionamiento normal de la casa, los trabajadores utilizaban un pasillo para acarrear materiales y sacar escombros hasta un volquete que está situado en el frente de la vivienda. En diálogo con La Capital, Claudia contó que los delincuentes se metieron en su casa cuando uno de los albañiles salía al exterior para depositar un balde con tierra.
"Se metieron detrás de él, aprovecharon que la puerta estaba abierta", relató la víctima que, de tan asustada que estaba, narró su experiencia desde el interior de su casa, a través de una ventana enrejada sin permitir que le tomaran fotografías. Los maleantes controlaron sin ningún problema a los albañiles (un hombre mayor y su hijo) y entonces pasaron al interior de la vivienda.
"Colaboren, si nos dan el dinero no les pasará nada", les advirtieron y así los despojaron de sus pertenencias. Claudia estaba con el más pequeño de sus hijos y su madre. "Por suerte, no nos hicieron nada, pero pedían constantemente por el dinero. No paraban de preguntar", rememoró. El dúo de delincuentes tenía sus rostros descubiertos y como todo se desarrolló tan vertiginosamente las víctimas no tuvieron tiempo de verlos con claridad.
"Todo duró menos de cinco minutos", alcanzó a contar Claudia. Los maleantes les sustrajeron anillos, relojes y algunos colgantes. También juntaron algo de dinero. La policía consignó que serían poco más de 120 pesos. "Después me pidieron las llaves del auto y dijeron que esperáramos un rato antes de salir", agregó la víctima.
El auto en cuestión era un Renault Twingo color azul, patente BXU 475, que Claudia había dejado estacionado frente a la vivienda. Al parecer, los hampones salieron hacia calle Donado, pero ningún testigo pudo detectarlos. Fuentes de la seccional 17ª, donde las víctimas radicaron la denuncia, indicaron que hasta ayer a la tarde, el coche no había aparecido.
Este último asalto tiene como antecedente otro episodio similar ocurrido el 19 de agosto en un chalé de bulevar Argentino al 7700, perteneciente a la familia Urbinati. En aquella oportunidad el asalto sucedió a la noche y los delincuentes robaron 900 dólares, 300 pesos y algunas joyas de oro.
El 10 de julio fue el turno de la vivienda de Juan Sugasti, otro reconocido vecino de Fisherton, que tiene su casa en bulevar Argentino y Acevedo. Esa vez, los ladrones se llevaron 13 mil pesos, monedas de oro y tres armas de fuego. Por este caso, la policía detuvo a unos sospechosos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los ladrones aprovecharon un ingreso. | | |