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 miércoles, 10 de septiembre de 2003

Luego del 11-S, las redes del terror en Asia mutan hacia un estilo mafioso

Dan Eaton

Yakarta. - Las células de militantes islámicos en Asia, que ahora funcionan menos como una corporación con sucursales y más como un grupo familiar al estilo de la mafia, mostraron una asombrosa resistencia ante los esfuerzos globales para eliminar el terror. Después de casi dos años de operaciones de inteligencia y centenares de arrestos, las fuerzas de seguridad asiáticas todavía se mantienen en alerta máxima contra los radicales decididos a perpetrar ataques letales.

Sin embargo, la única incertidumbre, dicen analistas y personal de inteligencia, es que alguien, en algún lugar, esté planeando ataques y que uno de estos ataque ocurra inevitablemente. "Creo que se están planeando nuevas operaciones y algunas de estas pueden ser de hecho muy graves", explicó Ross Babbage, jefe del Centro de Estudios Estratégicos y de Defensa en la capital australiana, Canberra.

Militantes capturados que fueron interrogados por servicios de seguridad ya revelaron redes más grandes y menos homogéneas de lo que se pensaba anteriormente, muchas de las cuales tienen vínculos apenas tenues y objetivos distintos. "Hicimos algunos avances, pero se requiere mucho más progreso antes de poder empezar a bajar la guardia", comentó Babbage, un ex oficial de inteligencia de alto rango.

Se lograron considerables avances a través de centenares de arrestos y una mayor cooperación entre los servicios de seguridad asiáticos, pero es posible que la cacería también esté alimentando la violencia. Uday Bhaskar, un ex capitán de navío indio que ahora trabaja para el Instituto de Estudios y Análisis de Defensa, con sede en Nueva Delhi, dijo que algunas células inactivas entraron en acción desde los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.

El ataque a la sede de la ONU en Bagdad, la explosión en un hotel de una cadena estadounidense en Indonesia, y los atentados con bomba en Bombay, capital comercial de la India, son los ejemplos más recientes de un patrón, dijo Bhaskar.


Se intensificaran
"Digo esto con gran pesar, que es un patrón que va a aumentar o intensificarse en los próximos meses", explicó Bhaskar.

Pese al arresto el mes pasado de un hombre sospechoso de ser uno de los jefes de una red misteriosa del sureste asiático conocida como Yemaá Islamiya, varios analistas dicen que el grupo sigue siendo activo y peligroso. "La información que surge de los interrogatorios a los sospechosos del Yemaá Islamiya es que se trata de una organización más grande de lo que se pensaba previamente", dijo en un informe reciente Sidney Jones, director del proyecto de Indonesia para el Grupo de Crisis Internacionales (ICG por sus siglas en inglés).

Según muchos expertos, Yemaá Islamiya es la rama regional de la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, a la que Washington acusa de los ataques del 11 de septiembre que precipitaron la guerra liderada por Estados Unidos en Afganistán y enfocaron la atención sobre Asia. En el último año, más de 200 personas sospechosas de tener vínculos con Yemaá Islamiya fueron arrestadas en Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Filipinas.

Sin embargo, la explosión en el hotel de Indonesia demostró que el grupo sigue siendo peligroso, pese a que muchos de sus presuntos miembros fueron detenidos o encarcelados desde el ataque del año pasado en Bali, en el que murieron 202 personas.

Las autoridades asiáticas dicen que aunque Yemaá Islamiya recibió financiación y entrenamiento de Al Qaeda, el grupo tiene diferentes objetivos y toma las decisiones importantes sobre su operación en forma independiente. "Todos los grupos musulmanes tienden a agruparse. Sus causas puedes ser bastante diferentes", explicó Uday Bhaskar.

Las explosiones de Bombay, por ejemplo, fueron atribuidos al Movimiento Estudiantil Islámico de la India en conjunto con el grupo separatista cachemiro con sede en Pakistán, aunque el objetivo de los ataques en Indonesia fue provocar la caída de un gobierno seglar y la creación de un Estado islámico en toda la región.


El vínculo
Sin embargo, existe el vínculo.

El informe del ICG indicó que Yemaá Islamiya se mantiene unido no sólo por la ideología y el entrenamiento, sino también a través de una red de matrimonios, una especie de familia con miles de miembros. La red depende fuertemente de un pequeño círculo de internados musulmanes, una especie de "Ivy League" -el grupo de las ocho universidades más prestigiosas de Estados Unidos- según el ICG, a los que los miembros envían a sus hijos.

"Solo podremos cantar victoria cuando todos los principales ulemas y otros líderes digan sin reserva que cualquiera que participe en esto es un criminal o algo peor", comentó Babbage. No obstante, se dio a conocer un dato muy valioso.

Los expertos dicen que algunos miembros de Yemaá Islamiya estaban cuestionando la justificación para una campaña en la que muchos de los que murieron o resultado heridos eran sus compatriotas. "Las divisiones internas destruyeron más de una organización radical; quizás estas escisiones debilitarán seriamente esta organización", indicó el informe del ICG. (Reuters)

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