El líder del Sexteto Mayor analiza el Grammy que ganó el grupo de tango

"No hay aplauso más lindo que el de nuestros propios compatriotas"

José "Pepe" Libertella aseguró que lo que más valora es el reconocimiento del público argentino

Marcelo Menichetti / La Capital

El Sexteto Mayor, grupo de tango comandado por los bandoneonistas José Libertella y Luis Stazo, obtuvo el Grammy latino por su disco "Homenaje a Piazzolla" en la categoría Mejor Disco de Tango. José "Pepe" Libertella, quien fundó la agrupación en 1973, en diálogo con La Capital, sentenció: "Hace 21 años que estamos de visita en la Argentina".

El bandoneonista definió así una realidad que cambió luego de tres décadas de trabajo sostenido por parte del conjunto. Famoso en los escenarios europeos y del Lejano Oriente, el sexteto también cosecha en la actualidad el pleno reconocimiento del público argentino, que premia su talento. Hoy las cosas son diferentes, y el grupo obtuvo en la Argentina el Premio Gardel 2003 por el disco que luego le permitiría ganar el Grammy.

"Creo que el premio es importante porque «Homenaje a Piazzolla» es un disco que, desde su origen, no tuvo una meta comercial", confesó el artista quien celebró el galardón porque además ayuda a que el tango conserve su vigencia mundial.

-¿Cómo reciben los tangueros un premio como el Grammy, tradicionalmente dedicado al pop?

-A nosotros realmente nos cae bien porque forma parte del trabajo que venimos haciendo desde hace mucho tiempo. Hace 27 años empezamos a recorrer Latinoamérica y después Europa. Fueron años durante los cuales en la Argentina no se sabía lo que hacíamos. Cuesta entender que el tango tenga domicilio en el exterior.

-Lo que pasa es que no tocan demasiado en el país.

Es verdad. Nunca hemos parado de trabajar y siempre tenemos el calendario completo, fijate que el 27 salimos otra vez de gira y volvemos el 13 o el 14 de enero para salir nuevamente el 14 de febrero rumbo a Alemania. Después nos vamos a reintegrar a "Tango Pasión", que es el show que hacemos ahora.

-Es decir que a la Argentina vienen de visita.

-Hace 21 años que estamos de visita en la Argentina y en cada regreso nos damos lujos como visitar Rosario, porque realmente sentimos eso. No hay ningún aplauso que llegue tanto al corazón, ninguno más lindo que el de los mismos compatriotas.

-¿Los argentinos valoran el tango como en el resto del mundo?

-Yo creo que sí y cada vez se valora más, lo cual es parte de nuestra lucha. Cada vez que tengo oportunidad de hablar digo que el tango está marginado, está en un ghetto como los judíos de Varsovia: se escucha en el canal de tango y en las radios de tango, pero en los otros medios no. En Rosario quizá no suceda lo mismo porque se tiene un poco más de sentido nacional.

-¿Hasta cuándo seguirá tocando el sexteto?

-No sé. Hasta que tengamos ganas, porque realmente esto es lo único que sabemos hacer y si es por nosotros, no es una cuestión de dejar en un momento en que tenemos un reconocimiento muy grande, no solamente aquí sino en todo el mundo.

-¿Cree que el Grammy ayudará a prolongar la vigencia del tango en el mundo?

-Creo que el premio es importante porque "Homenaje a Piazzolla" es un disco que, desde su origen, no tuvo una menta comercial. Lo hicimos a pulmón, sacándolo de varios conciertos que hicimos en Alemania, en Francia y en Australia y luego se mezcló en estudio argentinos. Lo sacamos sin muchas pretensiones. Es un álbum que incluye tangos tradicionales y, a medida que se avanza en el repertorio, la música va teniendo más densidad. Incluso hay un tema que dura nueve minutos, que obviamente no se va a escuchar por radio. Por eso digo que es un disco sincero, que no nació de especulaciones y que no está hecho para ver si vendemos cien mil placas. Nunca pensamos en eso. Si viene un éxito así, en buena hora.

-¿Hay públicos preferidos para el grupo o siempre trabajan igual?

-No todo es lo mismo. El último espectáculo que hicimos en Rosario fue algo muy emotivo para nosotros y la verdad es que este año hicimos pocos conciertos parecidos. Por eso te decía antes que no hay nada más lindo que compartir las cosas que uno considera interesantes con los amigos y por eso no existe ningún aplauso más lindo que el de los compatriotas.

El conjunto argentino cumplió 30 años.