| domingo, 07 de septiembre de 2003 | La lactancia en los primeros meses Durante los primeros meses, muchos bebés cambian la frecuencia de las tomas a lo largo del día, pueden hacerlo hasta una vez por hora o más espaciadamente, sin dejar de crecer, y en ambos casos están dentro del patrón normal.
El bebé sano con buena succión se adapta naturalmente a un patrón de lactancia que es el más adecuado a sus necesidades nutricionales y emocionales. Lo mejor sería que cada mamá "observe a su bebé y no al reloj", y dé de mamar cada vez que el niño quiera.
Es preferible dejar que termine con el primer pecho antes de ofrecer el otro, ya que durante la toma la composición de la leche va cambiando y el bebé es el único que sabe cuando recibió el balance adecuado entre líquidos y calorías, porque la leche que toma cuando empieza a succionar es voluminosa pero baja en grasas, y la leche del final de la mamada (a partir de los primeros 5 o 7 minutos) es de poco volumen pero quintuplica su valores de grasas.
El tiempo que el bebé permanece en el pecho varia de acuerdo con su personalidad, edad y el hambre entre una toma y la siguiente. Cuando ha adquirido su propio ritmo, de pronto quiere mamar más. Este aumento en la frecuencia de la demanda es la manera que tiene de aumentar la cantidad de leche para satisfacer las necesidades de crecimiento y ocurre alrededor de las 2 ó 3 semanas, a las 6 semanas y a los 3 meses de edad.
La leche materna provee toda la nutrición que el niño necesita hasta alrededor de la mitad del primer año de vida, sin necesitar agua ni suplementos de leche artificial. Esta es una recomendación de OMS (Organización Mundial de la Salud), UNICEF y La Liga de la Leche Internacional. Nuestro próximo encuentro será pasado mañana, a las 18, en Villa Hortensia. Por cualquier información sobre temas de lactancia materna llamar a los siguientes teléfonos: Valeria 4387826; Gabriela 4333004; Silvia 4827576; Silvia 4119263; Alejandra 4554565; Olga 4556456 o al e-mail [email protected] enviar nota por e-mail | | |