| domingo, 07 de septiembre de 2003 | Control de la capa de ozono Apenas unos meses después de que los científicos alertaran, en 1985, sobre el preocupante crecimiento del agujero en la capa de ozono, la Fuerza Aérea comenzó a medir el fenómeno. Es que la base, ubicada en la isla Marambio sobre el mar de Weddell, tuvo desde su fundación en 1969 como objetivo primordial convertirse en un centro de estudio científico de excelencia, abierto al mundo.
Con una dotación permanente de 35 personas, que crece a 135 en la temporada de verano, Marambio es la sede del programa ambiental del que forman parte, además, un centro meteorológico, otro de estudios del ozono, y un tercero dedicado a estudios sobre radiación ultravioleta, fundamental para el seguimiento del cambio climático.
El programa de medio ambiente contiene también actividades estrechamente ligadas a los fenómenos de cambio global y de impacto del hombre en el ecosistema antártico, sobre la dinámica y química del hielo -variaciones en los glaciares-, sobre los cambios ambientales ocurridos en la barrera Larsen, y controla los movimientos de los témpanos antárticos.
En cuanto a la capa de ozono -Marambio fue la primera base antártica en realizar mediciones sistemáticas-, los estudios practicados abarcan la dinámica antes, durante y después del período de formación del agujero.
Manejo ambiental El programa tiene también a su cargo la elaboración de pautas para el manejo ambiental y los estudios relacionados con el seguimiento del grado de cumplimiento de las normas de protección vigentes, emanadas del Protocolo de Madrid y del Tratado Antártico.
A través del centro meteorológico antártico, la Fuerza Aérea brinda un completo estudio de las condiciones meteorológicas de la zona, lo que convierte a la base en la cabecera de la recolección de datos.
Marambio es una de las seis bases argentinas en la Antártida junto a San Martín, Esperanza, Jubany, Orcadas y Belgrano, en un continente en donde conviven asentamientos de otras trece naciones.
Además, Marambio y la base chilena March, ubicada en la isla 25 de Mayo o Rey Jorge, son las únicas que cuentan con una pista para aviones de transporte militar, Hércules C-130, en la Antártida. enviar nota por e-mail | | |