| domingo, 07 de septiembre de 2003 | El poder del imperio Escribo estas palabras a fin de comunicarles mi inmensa indignación hacia el opresor del norte. Leyendo el periódico me llamó la atención un artículo sobre el conflicto diplomático norcoreano-norteamericano sobre el programa nuclear norcoreano y la no proliferación de armas nucleares. Si bien este problema diplomático no es nuevo, la nota causó en mí una inusitada bronca e impotencia. Entiéndanme, no justifico de ninguna manera el uso de la energía nuclear con fines militares para matanza o exterminio. El punto de estas líneas es que Estados Unidos de América es el país menos indicado para el control de la no proliferación de dichas armas debido a que como es de entendimiento general y universal fue la única nación del planeta que uso esta clase de tecnología. La empleó contra seres humanos, contra poblaciones civiles, no militares, niños, ancianos, madres, terminando con todo vestigio de vida. Ello, sin contar con la improductividad de las tierras y el legado de generaciones y generaciones de malformaciones de niños al nacer y demás consecuencias nefastas de dicha "maravilla" de la tecnología, como la han llamado. Y no conforme con una lanzaron dos en lo que fue uno de los peores actos genocidas y de desprecio hacia la especie humana de la historia. Por esto es ridículo pensar que Estados Unidos es el indicado para tal tarea ya que son la peor amenaza actual. Detrás de su propaganda mundial de defensa de los derechos humanos, bienestar y paz se esconde el verdadero monstruo del imperialismo económico, político y cultural, amenazando con asimilar culturas enteras y eliminar a quien se oponga a su avanzada por ser los propietarios del globo.
Gabriel Santilli enviar nota por e-mail | | |