Golpe de tres ladrones en la planta de Zuviría al 7300

Asaltan la Yerbatera Martin en día de pago y se llevan las quincenas

Los delincuentes se alzaron con 10 mil pesos. Huyeron en una moto sin ser advertidos por los empleados

Tres ladrones se anticiparon al pago de la quincena previsto para las 15 de ayer en la planta de la Yerbatera Martin, en la zona oeste, y en un golpe que duró minutos se alzaron con el sobre con 10 mil pesos que el jefe de finanzas acababa de retirar del banco. El asalto se produjo cuando el utilitario que regresaba de realizar los trámites bancarios se detuvo frente a la compañía y dos hombres vestidos con ropa de trabajo encañonaron a sus ocupantes a ambos lados del vehículo, mientras un tercer hombre montado en una moto se ocupaba de dos empleados que barrían la vereda. "Dame el sobre", fue al grano uno de los maleantes, revelando su manejo de información sobre los movimientos de la firma. Con el dinero en sus manos, giró sobre sus talones y trepó a la moto donde lo esperaban sus cómplices listos para emprender la fuga.

La irrupción del trío de maleantes en ese sector de Fisherton poco habituado a los asaltos ocurrió cuando el barrio estaba en plena siesta y tres empleados de la tradicional Yerbatera Martin regresaban al establecimiento de Zuviría 7344 (Santa Fe a la misma altura) de una gira bancaria. El chofer estacionó la Trafic pintada con el logo de yerba La Hoja en la vereda opuesta a la del establecimiento que, con una construcción en forma de L, ocupa buena parte de la manzana y tiene dos ingresos. El de calle Zuviría es el más usado. Allí, en un edificio de tres plantas, funcionan las oficinas y se produce la carga y descarga de los camiones.

El utilitario detuvo su marcha a las 13.45, poco antes de que los operarios de la planta finalizaran su horario de trabajo. Los viernes el personal de planta trabaja hasta las 15 mientras que sólo los gerentes permanecen allí hasta las 17.

En ese momento, se acercaron caminando desde el este dos hombres que por su aspecto de trabajadores (vestían mamelucos tipo ombú de color azul) no despertaron la atención de las víctimas. Cuando los empleados se disponían a bajar del vehículo, los maleantes les cerraron el paso a ambos lados de la Trafic. Uno encañonó al chofer y el restante se ocupó del jefe de finanzas antes de que pusiera un pie en tierra. "Dame el sobre o sos boleta", fue la escueta frase que dirigió el delincuente al administrativo, cuya identidad no fue dada a conocer. Sin dudar, el empleado entregó el sobre de papel madera que llevaba en sus manos con 10 mil pesos destinados al pago de sueldos y documentación de las cuentas bancarias. Mientras tanto, a unos 50 metros, un tercer hombre que apareció en moto desde el oeste amenazaba con otra arma a dos obreros que barrían la vereda. A diferencia de sus secuaces, no iba disfrazado. Los barrenderos sólo pudieron advertir que vestía una remera blanca.

La operación duró escasos minutos y esto les impidió a las víctimas registrar más detalles sobre el aspecto de los ladrones, de quienes se presume que tenían entre 25 y 30 años, empuñaban pistolas y se movían en una moto tipo Enduro "de 125 o 250 cc., de color blanco", según una fuente policial.

"Todo fue muy rápido. Los ladrones se fueron por calle Nicaragua y doblaron hacia el norte. Después creemos que doblaron por Derqui hacia Circunvalación y siguieron en dirección al oeste", refirió el gerente de la yerbatera, Felipe Garay, quien entonces se encontraba dentro del galpón junto a otras 50 personas que recién se enteraron del asalto cuando el jefe de finanzas entró nervioso al local y pidió que llamaran a la policía.

"Todos los días se hacen trámites en los bancos y los empleados regresan alrededor de esa hora. Esta vez volvieron más temprano porque se pagaba la quincena y es probable que los ladrones hayan tenido algún aviso en ese sentido", especuló el gerente en sintonía con la presunción de los investigadores de la subcomisaría 22ª acerca de que "seguramente alguien filtró información". Sin embargo esa modalidad de pago era conocida hasta por los mismos vecinos, quienes de inmediato asociaron el robo con el día de cobro. "Este es un barrio muy tranquilo, no es común que haya este tipo de asaltos", coincidieron dos jubilados que tomaban fresco en la vereda.

El sector administrativo de la compañía funciona en esa dirección desde comienzos de este año. Anteriormente tenía su sede en el mercado de productores de Fisherton, donde también los empleados fueron víctimas de un asalto con armas en el otoño de 2001. Tras la mudanza, la entidad funciona a pleno en el predio donde también se se recibe la yerba envasada desde Misiones para su redistribución a mayoristas. Lo único que se produce en la histórica yerbatera, que opera en la ciudad desde 1894, son los saquitos para mate cocido.

Los asaltantes redujeron al encargado.