| sábado, 06 de septiembre de 2003 | Zapadas, humor ácido y antojos Las zapadas brillaron en el medio o al final de algunos temas, pero no en el típico divague jazzero, sino en un clima concentrado, con los solos instrumentales como recurso expresivo, sin efectos pirotécnicos o alardes de virtuosismo. Eso se disfrutó en un pasaje de "Una casa con diez pinos", para la alegría de los fans; en "Te daré mi mano" y en "Juan despierta ya".
En esos momentos Martínez realmente se conectó con el público, sobre todo porque algunos veteranos y también jóvenes integrantes de la escena blusera rosarina escuchaban atentos desde la platea. No pasó lo mismo con el humor ácido del cantante. Muy pocos festejaron sus chistes. El batero tampoco se mostró complaciente con la gente. Mientras muchos pedían "Elena", él hizo el bis con "Basta de boludos". enviar nota por e-mail | | |