Pelota: La de cuero se convirtió en oro

Los argentinos Fusto y Rolletelni ganaron la final

La pareja argentina integrada por Pablo Fusto y Darío Rolletelni ganó ayer la medalla de oro en la modalidad pelota de cuero, que representó la cuarta condecoración albiceleste de la pelota vasca en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003.

Los campeones vencieron a los mexicanos Rodrigo Ledesma y Francisco Mendiburu por 35-26 en la final disputada en el frontón del centro olímpico Juan Pablo Duarte.

El éxito argentino tuvo un comienzo desalentador con un parcial de 9-2 para México y la lesión del argentino Rolletelni por un pelotazo en su mano izquierda.

Ninguno de esos factores, sin embargo, condicionó a la dupla ganadora que tuvo una extraordinaria reacción para apropiarse de la medalla.

"Estoy muy contento porque todo fue muy duro para mí, por algunas cosas que me pasaron en la vida. Al comienzo me preocupó el golpe que recibí en la mano (que le fue aplicado por uno de los mexicanos) porque no sabía si podía continuar jugando", explicó Rolletelni.

Por su parte, Fusto remarcó que sabían "que iba a ser un partido muy difícil" y admitió que empezaron "fríos" mientras ellos jugaban "muy bien".

"Creo que nuestra mayor virtud fue mantener la cabeza fría, cuando empezamos el partido nueve-dos abajo, pero por suerte pudimos darlo vuelta", subrayó Fusto.

Las otras tres medallas ganadas por la pelota vasca argentina habían sido una de oro en pelota de goma, otra de plata en frontenis femenino y la restante de broce en frontenis masculino.

En pelota de goma, la pareja argentina Marcelo Franco y Javier Nicosia (el casildense Luciano Callarelli fue suplente) derrotó en la final a México por 25-23.

En el encuentro decisivo de frontenis femenino, las argentinas Verónica Stele y María Fernando Schettino cayeron ante las mexicanas Guadalupe Hernández y Paulina Castillo por 30-17.

Mientras que los argentinos Carlos Fiorino y Rodrigo de la Vega se impusieron a los chilenos José Jiménez y Rodrigo Poblete por 30 a 19 para quedarse con el bronce.