Duarte Frutos asumió en Paraguay prometiendo un gobierno honesto

El nuevo dignatario dijo que combatirá la corrupción y promoverá un modelo de desarrollo con "rostro humano"

Asunción. - Nicanor Duarte Frutos, un periodista y abogado de 46 años, juró ayer como nuevo presidente de Paraguay, criticando la corrupción y el neoliberalismo ante el mayor número de invitados extranjeros que haya tenido una unción presidencial en el país. Duarte Frutos, del gobernante Partido Colorado, sucede a su correligionario Luis González Macchi, quien por orden judicial deberá permanecer dentro de las fronteras del país para ser enjuiciado por varios casos de fraude.

El flamante dignatario prometió hacer un gobierno "honesto" y promover un modelo de "desarrollo con rostro humano" para su país, sumido en una grave crisis económica y social. "No vengo a repetir la historia de aquellos presidentes que gobernaron para pocos mientras millones morían de hambre. Seré el presidente de todos los paraguayos", dijo Duarte Frutos, tras prestar juramento ante el pleno del Congreso y 91 delegaciones extranjeras en una ceremonia al aire libre en el predio del Poder Legislativo. "La honestidad ya demasiado tiempo ha estado ausente del país. A partir de ahora volverá a ser la virtud que distinga al gobierno", dijo el nuevo presidente en clara alusión a las denuncias de corrupción que persiguen a su predecesor.

Duarte se convierte en el cuadragésimo sexto mandatario de la historia de Paraguay, en medio de una situación económica crítica, con un país al borde del cese de pagos y con un desempleo galopante (16% de la población económicamente activa de 2,5 millones de personas y 32% si se considera el subempleo, es decir 800.000 personas con problemas de empleo). Paraguay tiene un ingreso per cápita de 940 dólares anuales, la marca más baja en 20 años, un presupuesto público con déficit cercano al 2,2% del Producto Interno Bruto, y 66% de evasión impositiva. "El neoliberalismo ha sido un fracaso porque avasalla la dignidad humana. El ser humano es más que el mercado (y) nosotros haremos un mercado más justo", dijo el mandatario al hablar de la crisis. "No tenemos cultura mimética ni servimos a intereses foráneos. Menos aún respondemos a intereses de la mafia y de las oligarquías improductivas", agregó.

A la ceremonia asistieron los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner; Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Chile, Ricardo Lagos; Colombia, Alvaro Uribe; Ecuador, Lucio Gutiérrez; Cuba, Fidel Castro; Venezuela, Hugo Chávez y Uruguay, Jorge Batlle, además del Príncipe de Asturias y la vicepresidente de Taiwán. Otras 2.000 personas observaron los fastos en el lugar. Kirchner consideró que la asunción de Duarte consolida el proceso democrático paraguayo y fortalece en ese sentido a todos los países de la región. Entre los invitados, la figura más aplaudida fue Fidel Castro, quien visita el país por primera vez en sus 44 años de gobierno.

Un juez decretó el jueves que, tras entregar el cargo, González Macchi deberá permanecer en el país para ser juzgado por una transferencia ilegal de 16 millones de dólares en la cual estaría involucrado, además de otros dos casos de malversación. "Deseo que mi sucesor tenga una exitosa gestión para bien del pueblo paraguayo", dijo el mandatario saliente en su último mensaje al Congreso.


Partido-Estado
El Partido Colorado gobierna Paraguay desde enero de 1947 y es la agrupación más antigua en el ejercicio ininterrumpido del poder en el mundo. Este grupo, fundado a fines del siglo XIX, promovió cuatro golpes de Estado, incluyendo el que acabó con la dictadura de 35 años de Alfredo Stroessner en 1989, tras apoyarlo a lo largo de toda su gestión. El ex dictador está asilado en Brasil desde que fue derrocado.

Duarte Frutos ganó los comicios generales del 27 de abril con más de 36% de los votos. El nuevo mandatario deberá lidiar con un Congreso bicameral presidido por el senador opositor Carlos Mateo, del Partido Liberal, la principal agrupación contestataria. (Reuters y DPA)

Duarte y su esposa tras la ceremonia.