Apertura 2003

Central arrancó el torneo con una victoria

Derrotó a Vélez por 2 a 1, con goles de Carbonari, de penal, y Ezequiel González

Mauricio Tallone / La Capital

Aunque este Central destile otro aroma colectivo al equipo que cumplió el campañón del Clausura, su voracidad ofensiva para sentar jurisprudencia en el territorio que más le conviene permanece inalterable. Precisamente anoche se valió de esa propiedad para sacarse de encima a un rival pesado como Vélez y escribir con las letras del triunfo el primer renglón del Apertura.

El equipo de Russo empezó a encontrar el partido en la misma medida en que a Vélez se le tornó inmanejable. Apenas se habían consumido nueve minutos del pitazo inicial de Bongianino cuando Ezequiel González intentó obsequiar la primera dosis de fútbol desde su vuelta y el pibe Uglessich se lo llevó puesto sin querer, aunque para el árbitro fue queriendo. La tontera del defensor visitante motivó que Petaco pusiera la pelota en el punto del penal y sentenciara al Gato Sessa.

Si el equipo de Carlos Ischia ya andaba a tientas cuando aún no se habían acomodado ninguno de los dos, en la desventaja perdió definitivamente el rumbo. Si en ese segmento de tiempo hubiera descendido un avión para cargar pasajeros con destino a otro planeta, seguramente más de un jugador visitante habría comprado pasaje. Para colmo, el Gato la jugaba de nostálgico y de una entrega de Uglessich casi le permite a Mauro Poy engordar el resultado.

Pero lo que no logró el arquero velezano con su ayudita, lo generó el Equi con su fútbol. Ezequiel González recibió un centro de Mariano Messera desde la derecha, ensuciado por una pifia en la defensa velezana, pero suficiente para acomodar su cuerpo y meter el zurdazo del regreso soñado.

El repunte al que estaban obligados los velezanos recién llegó durante grandes lapsos del complemento cuando el grandote Nanni aprovechó con certeza una de las pocas oportunidades que tuvo para mostrar sus apetencias. En el transcurso de los primeros cuarenta y cinco minutos apenas hubo aproximaciones que no garantizaban nada. Como ese desborde del escurridizo Bardaro que propició un foul de Nanni contra Gaona o el remate de Jonás Gutiérrez que devolvió el travesaño de Chicho.

Más que el adelantamiento lógico de Vélez, el partido entró en un gran descanso porque Central se declaró en asueto futbolístico. Entonces el debutante Herrón quitaba con la misma determinación pero ya no entregaba la pelota tan preciso como al principio, y Ezequiel le cedió con buen tino la bandera conductiva a Vitamina Sánchez.

A pesar de que a esa altura la comodidad del marcador resultaba la piedra molesta del trámite, el Chaqueño Herrera no supo capitalizar con acierto un par de réplicas con campo despejado. Entonces la estrategia de Russo fue buscar oxígeno con las entradas de Leonforte y Belloso, y dejar morir el encuentro descansando en la seguridad de Gaona para contrarrestar cualquier atisbo contestatario del equipo de Ischia.

Así, Central hizo coincidir el inicio de una nueva etapa con una producción futbolística de características similares a las que acostumbró a sus hinchas en el Clausura.

Ezequiel celebra con Belloso el triunfo auriazul.