 | lunes, 30 de junio de 2003 | En el corazón de barrio Ludueña La zona oeste acompaña cada vez más el crecimiento de Tiro Federal De a poco, el barrio Ludueña se está identificando con Tiro Federal. Si bien el Fortín mostró algunos claros en sus tribunas, cerca de 5.000 personas no quisieron perderse una oportunidad histórica para un club de la ciudad. Se hicieron sentir y lograron acallar a los 1.500 hinchas de Racing de Córdoba que se retiraron cabizbajos y en absoluto silencio.
La final se vivió a puro nervio, y la temperatura se fue calentando con los fallos del árbitro Jovino Rivero. Hasta que el gol de Guerra desató la locura. Claro que aún faltaba mucho. Las imágenes que devolvió la final fueron las exclamaciones ante los toques sutiles de Guerra, los aplausos por los cierres a tiempo de Chávez y las miradas que se clavaban sin parar en los relojes, haciendo fuerza para que los minutos se consumieran más rápido.
Cuando llegó el final, una multitud saltó el alambrado e invadió la cancha. Los jugadores tuvieron que soportar el asedio de quienes pretendían llevarse una camiseta, un pantalón, las medias y hasta los botines. El misionero Charles Pérez fue uno de los pocos que se pudo distinguir en esa marea humana cuando fue subido en andas. Después fue el turno de la consabida vuelta olímpica.
Ludueña no estaba dispuesto a descansar y quería que el festejo fuera interminable. Así mientras los jugadores se alejaban del barrio en sus autos para celebrar la conquista en un restaurante, en las calles de Ludueña los chicos saludaban el paso de sus nuevos héroes. Es que de a poco, Tiro Federal se metió en el corazón de la zona oeste. enviar nota por e-mail | | |