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Pellegrini, la avenida de la alegría

La fiesta tirolense no terminó en Ludueña. Un parrilla de avenida Pellegrini al 1700 fue el escenario elegido para que Daniel Teglia y sus muchachos, junto a sus familias y los directivos de los Tigres para continuar con las celebraciones (que se extendieron hasta pasadas las 17.30) por el ascenso a Primera B Nacional, sin dudas un logro muy esperado por los hinchas, ya que de esta manera Rosario recupera (después de una temporada) su lugar en la segunda categoría del fútbol argentino.

En el medio de los interminables festejos no faltaron los cánticos del plantel por el título y las bromas para algunos de sus integrantes, además de los sucesivos brindis con discursos de por medio del entrenador Daniel Teglia, el profe Pablo Fernández, el médico Ariel González, Diego Osella en el nombre del equipo y posteriormente fueron los directivos de la entidad de barrio Ludueña los que hicieron uso de la palabra, todo matizado por la algarabía reinante en el local y algunos aplausos para los disertantes.

Poco después de las 17 llegó el champán y el brindis que le puso el broche de oro a este domingo 29 de junio de 2003, que seguramente será recordado por mucho tiempo como uno de los días más felices en la vida de la casi centenaria historia de un club, que hasta hace menos de diez años parecía encaminarse hacia su desaparición y que en base a un trabajo serio ayer se ganó por derecho propio un lugar en una de las categorías más competitivas del fútbol nacional.

El plantel festejó en una parrilla.