 | lunes, 30 de junio de 2003 | El árbitro pudo empañar los festejos Más allá de las recusaciones de Racing para con Gustavo Müller, primero, y Julio Agüero, después, cuesta creer que Jovino Rivero esté a la altura de una final. Quedó claro que con actuaciones como esta la gente tiene ganado el derecho a la duda sobre la corrupción en el fútbol.
El santiagueño pasó por alto dos claros penales para Tiro sobre Hugo Romeo Guerra, al tiempo que no dudó en sancionar la pena máxima cuando Cristián Rami se tiró ante el cierre de Marcelo Misetich.
Fueron demasiados yerros en un mismo partido. Aunque lo más condenable es que haya hecho jugar tanto tiempo a Watson, quien debió ser expulsado antes de los 30' del primer tiempo. Es más, cuando estaba amonestado se encargó de lesionar al Colorado Vacaría. Era casi expulsión directa, pero...
Tiro luchó todo el año para lograr el ascenso y casi ve frustradas sus aspiraciones por una persona que demostró, para no ser cruel, una total incapacidad. enviar nota por e-mail | | |