La principal incógnita era ver cómo iba a funcionar la defensa de Tiro Federal con la ausencia del lesionado Diego Osella. El entrenador Daniel Teglia dispuso el ingreso de Fernando Zaniratto sobre la derecha, lo que obligó a trastocar el orden del resto. Garfagnoli se corrió hacia el sector opuesto y David Charles Pérez pasó a la zaga central junto a Rubén Chávez. Por lo demostrado, la última línea respondió a las expectativas.
El punto más alto fue sin dudas Chávez, sobresaliente de arriba y correcto saliendo a cortar a los costados, mientras que Zaniratto y Garfagnoli cumplieron su tarea de defender y rara vez pasaron la mitad de la cancha. Lo mismo que Charles Pérez, que estuvo bien parado en el fondo.
En cambio, ni Heinze ni Becerra respondieron en su función de darle llegada al equipo por los extremos, y al menos, en mayor medida el primero aportó un poco más en la obstrucción. En esa faceta, Héctor Marinelli aprobó el examen en el centro del mediocampo.
En la creación, el Pescadito Walter Paz jugó muy solo y recién logró prevalecer cuando tuvo espacios en el segundo tiempo. Lo elogiable es que siempre intentó darle un buen destino al balón. Lo de Hugo Romeo Guerra es lo usual de un goleador. Perdió más de las que ganó con Rezzónico, pero apareció en la última y facturó de cabeza llevándose puesto al defensor que prácticamente fue revolcado.
No respuesto del todo de la lesión que le impidió entrenar con normalidad durante toda la semana, el Colorado Pablo Vacaría hizo lo que pudo y hasta donde pudo y no siempre terminó bien las jugadas.
Un Párrafo aparte merece Chitzoff, que cuando entró aportó velocidad y desequilibrio por su sector. Ausente Garfagnoli, tiene chances de ser titular el próximo domingo y probablemente Teglia usará esta opción.
Entonces, en un partido donde no se dieron ventajas (como en todos los que jugaron a lo largo de la temporada), Tiro Federal fue ordenado y supo reponerse a la adversidad hasta llegar al empate en el mismo final. Pavada de virtud en este tipo de finales.
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La Ciudad
