Corto o largo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no avanzará si la Argentina no muestra algún avance en las reformas estructurales que se comprometió a realizar en enero pasado: aumento de tarifas, reestructuración financiera y comienzo de la negociación con los acreedores. Así lo expuso la subdirectora gerente del Fondo, Anne Krueger, al término de una jornada intensa en materia de negociaciones con los organismos internacionales.
Mientras el ministro de Economía, Roberto Lavagna, ratificaba ante el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, la intención del gobierno de negociar un acuerdo de largo aliento, el vocero del Fondo, Thomas Dawson, declaraba que el organismo no tenía problemas en extender el que está actualmente en vigencia. El funcionario adelantó, además, que el director gerente del FMI, Horst Köhler, visitará la Argentina los días 23 y 24 de junio, lo que marcaría el inicio formal de las negociaciones.
La diferencia entre un acuerdo de corto o largo plazo no es menor, ya que el gobierno aspira a patear los vencimientos por más de 6 mil millones de dólares que comienzan a operar cuando termina el programa de transición en vigencia, en agosto. Y aspira a que ese programa lo cubra hasta principios del año próximo cuando recién comenzaría a negociar reformas estructurales. En los últimos días, desde Collin Powell a John Taylor, el gobierno de Estados Unidos se encargó de petardear esa idea, exigiendo a la Argentina que de una vez por toda negocie todos los temas pendientes con el Fondo.
Lavagna se reunió ayer con Taylor, en el marco de su visita a Estados Unidos para participar de una reunión del Alca. Allí coincidió en que "lo mejor para la Argentina es lograr un acuerdo de largo plazo con el FMI". Pero Dawson, vocero del organismo, señaló que la extensión de ese pacto era indistinta.
Por la noche, apareció la Krueger, quien señaló que no importa cuánto tiempo se extienda el acuerdo sino que el gobierno argentino implemente las reformas en el sistema financiero, la reestructuración de la deuda, el presupuesto, así como un paraguas legal para los servicios públicos.
En tanto, la llegada de Köhler al país apunta a respaldar el inicio de las negociaciones. El vocero del organismo calificó la visita, que se realizará el 23 y 24 de junio, como una "presentación formal" ante las nuevas autoridades argentinas. De todos modos, dejó abierta la posibilidad que la visita pueda coincidir con un anuncio sobre el resultado de la segunda revisión del programa económico acordado entre el FMI y Argentina.
El vocero del Palacio de Hacienda, Armando Torres, confirmó ayer que "el gobierno argentino está trabajando para lograr un acuerdo duradero con el FMI y las otras agencias multilaterales". Sin embargo, otras fuentes de la cartera económica reconocieron que lo más razonable sería una extensión actual miniacuerdo hasta fin de año, para recién después hablar de un programa de largo plazo.
Torres señaló que el plazo del acuerdo fue el "tema central" del encuentro que mantuvieron en la mañana de ayer Lavagna y Taylor en Washington por espacio de cincuenta minutos. La reunión, que no estaba prevista, se concretó ni bien Lavagna llegó a Washington, hacia donde viajó para trasladarse luego a Maryland y participar de un encuentro informal de responsables de Finanzas y Comercio Exterior por las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (Alca).
Economía informó además que Lavagna y Taylor "intercambiaron ideas de la evolución de la economía argentina", mientras que el Tesoro estadounidense prefirió mantener el silencio respecto de las alternativas del encuentro.
Torres dejó en claro que si no se logra un acuerdo de largo plazo antes de septiembre "está abierta la posibilidad de prorrogar el actual programa".
Llegó Dodsworth
Por otra parte, el vicedirector del FMI para el Hemisferio Occidental, el británico John Dodsworth, arribó ayer al mediodía a Buenos Aires para instalarse como representante principal residente del organismo multilateral en la Argentina.
Dodsworth llegó al aeropuerto de Ezeiza en un vuelo de una aerolínea americana, en compañía de su esposa de origen vietnamita y de su hijo de cuatro años, quien será anotado en una escuela local para el ciclo preescolar.
El funcionario británico se reunió la semana pasada con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, a cuyo término viajó a Washington para informar a los directores del FMI de los resultados de la segunda revisión de la metas del acuerdo que concluirá en agosto próximo.
La decisión de trasladar a Buenos Aires al número dos de Anoop Singh refleja la importancia que otorga el organismo a un acuerdo definitivo con la Argentina. Ningún otro funcionario del FMI acompañó a Dodsworth en su llegada a Buenos Aires, por tratarse de un viaje de traslado.