El seleccionado argentino de fútbol, en una opaca demostración, venció ayer con justicia a Corea del Sur por 1 a 0 en un partido amistoso jugado en Seúl, que cerró además la minigira de los albicelestes por tierras asiáticas. El único gol del encuentro fue anotado por el atacante de Barcelona Javier Saviola a los 44 minutos del primer tiempo, tras empalmar un centro enviado desde la derecha por el volante Javier Zanetti, quien fue uno de los mejores hombres del equipo albiceleste. En el primer encuentro de su gira por Asia, los dirigidos por Marcelo Bielsa habían superado el domingo último a Japón por 4 a 1, en Osaka. En el primer período, los locales ejercieron el control de las acciones quitando espacios a la Argentina con una receta de dos ingredientes: presionar a fondo, especialmente a Aimar, Cambiasso y Solari, y adelantar su línea de cuatro para provocar el offside de los atacantes argentinos. A la media hora de juego, Bielsa mandó a la cancha al volante Maximiliano Rodríguez para reemplazar como extremo derecho al atacante Luciano Galletti. Justamente por ese sector llegó, en la última secuencia del primer tiempo, el gol de la victoria argentina, en la que fue la única maniobra seria en materia de conjunto. ¿La fórmula? Maximiliano Rodríguez combinó con Zanetti, quien perforó a la defensa local y, casi al llegar al fondo, envió un centro al área para que Saviola anticipara de derecha a un defensor y al arquero y la mandara al fondo de la red. El incansable despliegue de los coreanos en el primer tiempo se volvió impotencia absoluta en el segundo, ya que obligados a crear situaciones de riesgo desnudaron una carencia total de ideas. Unicamente se arrimaron con algunos escuetos centros cruzados que generaron dudas en la defensa visitante, que, por lo general, no tuvo que soportar sobresaltos. Por momentos Argentina encontró algo más de espacio para manejar la pelota y producir secuencias de mejor nivel. Hasta pudo animarse un par de veces de contragolpe. Pero fueron sólo amagues. Con respecto al rendimiento individual de los argentinos, el eficaz defensor Fabricio Coloccini y el lateral volante Javier Zanetti fueron los mejores jugadores que exhibió el equipo que dirige el rosarino Marcelo Bielsa. La mejor jugada de la etapa corrió por cuenta de la Argentina. Se jugaban quince minutos cuando Solari tocó exquisitamente de taco hacia el área y Saviola le ganó a su marcador pero el arquero le ahogó el segundo. Los locales, ruidosamente alentados por un público que colmó el estadio, defraudaron a sus seguidores y no pudieron revertir la imagen que habían dejado el domingo pasado, cuando fueron derrotados por Uruguay 2 a 0. El cuarto puesto en el Mundial obtenido por los coreanos pareció quedar en el olvido. Para Argentina pasó sin pena ni gloria, pero también sin apuros, un nuevo examen, en el que sólo algunos salieron individualmente a flote, porque el equipo de Bielsa volvió a quedar en deuda. (DyN)
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