Cristina Elizabeth Juárez, la prostituta que alojó en su casa a Leyla Bashier Nazar y estuvo con ella la noche en que desapareció, negó haber entregado su amiga a los delincuentes que la asesinaron tras una fiesta en la que circularon droga, sexo y personajes vinculados al poder, como sospecha la justicia. "Que digan lo que quieran, pero yo no la entregué", aseguró la chica de 24 años en su casa de La Banda. "No sé que le pasó a Leyla después de que llegamos en el remís a la puerta de mi casa después de trabajar en un hotel. Fue la última vez que la vi", dijo Cristina. La joven es hija de un policía y una reconocida prostituta. Pero fundamentalmente, es para la Justicia una pieza clave para esclarecer el doble homicidio porque fue la persona que alojó a Leyla en su casa desde el 8 de enero, cuando llegó de Tucumán, hasta la madrugada del 16, cuando desapareció. Durante ese tiempo, ambas trabajaron juntas ofreciendo sus servicios sexuales en hoteles, departamentos y el boliche "Saravah". Cristina dijo que la noche del crimen, ambas se separaron en la puerta de su casa y Leyla le anunció que iría al boliche. Pero Mariana Contreras, otra de las chicas de Saravah, dijo que "en la noche se corre la versión de que se pasaron de droga y que debían hacerla desaparecer a Leyla. Cristina sabe más de lo que dice y la tienen apretada".
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