Año CXXXVI
 Nº 49.867
Rosario,
lunes  09 de
junio de 2003
Min 3º
Máx 14º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Reflexiones
La educación y los adultos mayores

Rosa Stanoevich y Eve Baili

La educación es básicamente un constructo prospectivo y, en consecuencia, mirado desde la óptica de los tiempos por venir, coincidimos con el ministro de Educación y Cultura de la Nación, Daniel Filmus, si afirmamos que exige: personalización y aliento de la creatividad, en un oportuno deslinde de rutinas y de trabas burocráticas de toda índole. Ser visualizada como un proceso inclusivo, sin discriminación alguna. Favorecer a la igualdad de posibilidades, es decir a la equidad. La diversificación de calidades de educación deberá ser la respuesta a los imperativos de cada grupo social en particular y perfilar al docente como el indicador más importante de la disposición de la comunidad, para colocar a la educación a la altura de las necesidades de los nuevos tiempos y sostener a una escuela que hoy se la describe como única institución confiable, abarcativa de todas las edades y de todas las posibilidades.
Si hablamos del docente como el recurso más valioso, necesariamente debemos remitirnos a los adultos mayores. Este espacio cronológico, en tanto medida subjetiva de tiempo, es difícil de precisar y sí podemos afirmar que existen jóvenes viejos que no alientan ninguna esperanza y viejos jóvenes para los que la vida comienza a cada nuevo instante.
Laeducación argentina no le resta lugar a los adultos mayores para que sigan incluso estudios universitarios, valiéndose fundamentalmente del aporte de las nuevas tecnologías, así lo prevé la ley federal de educación en vigencia.
De ahí que los adultos mayores deban tener espacios sistemáticos y asistemáticos en los que puedan aprender elementos informáticos básicos como así también ámbitos donde logren expresar lo que sienten y piensan, en talleres expresivos, literarios, periodísticos, etcétera. que los conecten con el código y con la realidad de su tiempo.
Sin embargo, la discriminación se produce en el plano de la empleabilidad. Precisamente, en nuestra provincia, debido al decreto Nº1758 del 23/08/2002, que plantea la situación paradojal de que los adultos mayores de sesenta años no tengan vedado ningún espacio donde continuar sus estudios, pero impidiéndoles trabajar en la docencia, siendo precisamente este ámbito didáctico el más propicio para que puedan transmitir una experiencia debidamente aquilatada por los méritos. Esta situación, vinculada a la cuasi clausura del Instituto Superior del Magisterio Nº 14, ha cercenado toda posibilidad de perfeccionamiento gratuito para nuestros docentes.
La legislación nacional e internacional, lo actuado por el Parlamento Europeo para la Tercera Edad y por la Unesco avalan esta postura cuando afirman que: "Toda persona de la tercera edad tiene derecho a un trato digno y a no ser objeto de discriminación de ninguna clase para ejercer funciones públicas o privadas(...)". Superar esta situación que nos segrega es el desafío que los adultos mayores debemos encarar prioritariamente.
Laspersonas de la tercera edad, en todas las culturas y en todos los tiempos, han sido siempre como un rayo solar que reverbera en los atardeceres y sabemos que, para Platón por ejemplo, el Sol es el símbolo máximo en el mundo inteligible, es el Bien, por eso es justo que la luz perenne de quienes nos antecedieron cronológicamente, nos ilumine y nos guíe en medio de nuestros obstáculos cotidianos.
No escuchar al anciano es vaciar de historia el pasado y dejar de enraizar los proyectos juveniles, tornándolos volátiles y hasta sin sentido, por carecer de la necesaria pertenencia.
La Fundación Gli Angeli ha abierto este espacio para repensar la dinámica de la tercera edad, desde distintas ópticas pero con idéntica filosofía, teniendo quizás la poeticidad de quien se armoniza con todos y con cada uno, porque es cierto lo que dice Vicente Riva Palacio cuando afirma, refiriéndose a los que desprecian a la vejez y la señalan como desvalida y sin esperanza alguna: "¡Mienten!, dice el poeta, Si a la virtud sus homenajes/el corazón rindió con sus querellas,/no contesta del tiempo a los ultrajes;/que tiene la vejez horas tan bellas/como tiene la tarde sus celajes,/como tiene la noche sus estrellas".
Adultos mayores, jóvenes, todos, debemos vibrar al ritmo de los tiempos complejos en los que nos toca vivir, con el espíritu siempre joven del Santo Padre, Juan Pablo II, cuando dice, en 1992, dirigiéndose a la Academia Pontificia de Ciencias: "Yo deseo felicitar a la Academia Pontificia de Ciencias el haber elegido para su sesión plenaria tratar un problema de gran importancia y de gran actualidad: la emergencia del tema de la complejidad, que abarca probablemente en la historia de la ciencia de la naturaleza una etapa tan importante como lo fue la etapa a la cual estuvo ligada el nombre de Galileo, cuando un modelo unívoco del orden parecía querer imponerse". "...La complejidad indica precisamente que para rendir cuenta de la riqueza de lo real, es necesario recurrir a una pluralidad de modelos y de edades"..."La cultura contemporánea exige un esfuerzo constante de síntesis, de integración de saberes y de experiencias de vida".
Quizás si los adultos mayores y los jóvenes se abrazan en una síntesis enriquecedora, si el adulto mayor sigue aprendiendo para enseñar y si los jóvenes escuchan con respeto y hasta con asombro las experiencias del pasado, los viejos sean más jóvenes y los jóvenes más sabios. Este es un auténtico desafío educativo, quiera Dios guiarnos para que sepamos aceptarlo y podamos superarlo con todo éxito.


Diario La Capital todos los derechos reservados