El resort montañés de Termas de Chillán Ski y Spa, situado en una solitaria comarca de la cordillera andina de Chile, brinda un dominio esquiable que ya supera las 10 mil hectáreas. Este año se inauguraron nuevas pistas con modernos medios de elevación.
Los fanáticos del deporte blanco no extrañan en Chillán nada de lo que encuentran en centros tan sofisticados como Vail, en los Estados Unidos; Whakapapa, en Nueva Zelanda, o el exclusivísimo Bagdastei, en Austria. Lo diferente, lo placentero, es que en este enclave se unen el disfrute del esquí, en un paisaje soberbio, con la calidez de las aguas termales que reciben al deportista con sus propiedades curativas.
Este invierno, los que elijan Chillán encontrarán dos pistas nuevas, que elevan la oferta a 29, distribuidas en una superficie de 162 hectáreas. Una es "el golf", para esquiadores de nivel medio, que tiene 11 kilómetros de largo por unos 40 metros de ancho, y "el embudo", de nivel medio avanzado, de 1.000 metros de largo y 20 de ancho.
Con estas dos nuevas pistas Chillán completa 43 kilómetros de pistas pisadas y señalizadas, que van desde los 1.600 hasta los 2.700 metros de altura, con un equipamiento conformado por 9 andariveles, 4 telesillas y 5 andariveles de arrastre.
Esquí nórdico y heli ski
Este centro es uno de los pocos con un circuito de 3 kilómetros, especial para la práctica del esquí nórdico, una modalidad a la que se puede acceder a través de un programa sin cargo, que incluye un guía instructor y el equipo necesario.
Para los más audaces está reservada la práctica del heli ski, que se realiza en modernos helicópteros. La máquina sobrevuela los volcanes y desciende en las cumbres altas, lo que permite bajar deslizándose sobre nieves vírgenes en compañía de instructores.
Los vuelos internacionales que desde Argentina llegan hasta el aeropuerto de Santiago de Chile disponen de enlaces rápidos -más de 10 frecuencias diarias- hasta la ciudad de Concepción, un viaje de apenas 50 minutos. Desde allí hasta Chillán, distante 116 kilómetros, se llega en camionetas todo terreno o en minibuses.
Desde el 1º de julio hasta el 23 de septiembre de 2003 habrá vuelos que unirán Santiago de Chile con la ciudad de Chillán, distante 40 kilómetros del centro deportivo, a la que también llegan desde la capital chilena servicios terrestres y ferroviarios.